La Organización Mundial de la Salud dice que todas las ciudades y pueblos deben tener un mínimo de 9 metros cuadrados (m2) de espacio verde por persona. En América Latina hay 3,5 m2 per cápita. ¿Cómo es en tu ciudad?
El cambio climático plantea nuevos peligros para las escuelas y aumenta los preexistentes. Todos los días oímos hablar de los efectos de fenómenos naturales como deslizamientos de tierra, tornados o sequías. Las escuelas, como espejos de sus comunidades, pueden implementar estrategias para contrarrestar los factores de riesgo y mitigar la posibilidad de desastres.
No vivimos en el vacío. En cambio, estamos conectados con innumerables otras entidades vivientes, y nuestro punto de vista individual es solo uno entre muchos. A medida que observamos e influimos en las interacciones con todas las cosas que nos rodean, damos forma al paisaje que experimentamos.
A través de estos planes de lecciones, sus estudiantes:
- Reconocer las diferentes formaciones terrestres.
- Identificar qué transformaciones son naturales y cuáles se deben a la actividad humana.
- Comprender la estrecha relación entre los seres humanos y la tierra.