Lograr la equidad de género y diversidad es un hito claro para el desarrollo. El verdadero desarrollo, en todas las esferas económica, social, política y cultural, solo es posible si las sociedades no limitan las oportunidades basadas en el género, la raza, la etnia, la condición de discapacidad, la identidad de género o la orientación sexual y trabajan activamente para promover la equidad en el desarrollo y la higiene, centrándose en la reducción de las desigualdades y las brechas en los resultados sociales y económicos. 

Este Documento Marco Sectorial (SFD) sostiene que para avanzar hacia una región más inclusiva y equitativa, se deben abordar tres desafíos que forman las raíces profundas de las inequidades persistentes que experimentan las mujeres y los grupos diversos:

i) las inequidades estructurales que perpetúan los procesos de exclusión;  

(ii) trato desigual para las mismas características; y

iii) la escasa capacidad institucional para formular y ejecutar políticas de G&D.