El Departamento de Investigación y economista jefe (RES) genera ideas innovadoras que respaldan la agenda de políticas estratégicas del Banco y de sus países miembro para lograr un desarrollo económico y social inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe. Para aumentar al máximo el impacto de su investigación, el BID realiza actividades que proveen información a los departamentos del Banco, los gobiernos, la comunidad académica y la opinión pública en la región.
El BID, a través del Departamento de Investigación, asesora a la administración en materia de asuntos económicos y de desarrollo, realiza investigaciones y análisis sobre tendencias macro y microeconómicas, y supervisa el desarrollo de las bases de datos cuantitativas y analíticas del BID. Cuenta con un equipo de investigadores con excelentes credenciales académicas, vasta experiencia en investigación y formulación de políticas, así como experiencia en diversas áreas.

- América Latina y el Caribe ha logrado una serie de hitos en los últimos años. Las tasas de crecimiento han retornado a sus promedios de largo plazo, la inflación se ha contenido en gran medida, los países han avanzado hacia la consolidación fiscal y las tasas de desempleo se sitúan en mínimos históricos.
- Sin embargo, persisten riesgos significativos, en un contexto en donde la región se enfrenta a la fragmentación del comercio global, la volatilidad de los mercados financieros y la incertidumbre en torno a las políticas económicas de las principales economías mundiales. El reajuste geopolítico de los patrones de comercio e inversión presenta una oportunidad para que los países se beneficien del nearshoring y de la integración regional.
- Para aprovechar estas oportunidades, los gobiernos deben centrarse en aumentar la productividad, fortalecer los marcos institucionales, mejorar el capital humano e invertir en infraestructuras críticas.

- El cambio climático representa a la vez un desafío y una oportunidad para América Latina y el Caribe. La adaptación al cambio climático es clave para el desarrollo de la región. Invertir en infraestructura resiliente, protección social y agricultura sostenible permite a los países de la región reducir los impactos climáticos al tiempo que fortalece sus economías y mejora la calidad de vida.
- Llegar a cero emisiones netas para 2050 podría generar importantes beneficios económicos —hasta US$2,7 billones—, especialmente a través de cambios importantes en la agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra.
- Una transición justa y equitativa requiere políticas bien pensadas y un fuerte apoyo público, que equilibren los beneficios entre las comunidades para garantizar que todos los sectores y ciudadanos puedan adaptarse y prosperar.

- Es fundamental contar con datos confiables sobre discapacidad y evidencia sobre la efectividad de las políticas para mejorar la inclusión en América Latina y el Caribe. Los estudios actuales muestran realidades más matizadas en educación, salud, mercados laborales y protección social.
- Las personas con discapacidad enfrentan importantes desafíos, como menores tasas de empleo formal, mayores gastos en salud e inseguridad económica. Se espera que el envejecimiento de la población aumente la prevalencia de la discapacidad, especialmente entre las mujeres.
- La educación inclusiva, la rehabilitación vocacional y las políticas antidiscriminatorias muestran potencial, pero requieren más evaluación. La investigación debe centrarse en la educación, la salud y la protección social para desarrollar estrategias más efectivas.

Los ciudadanos en América Latina y el Caribe suelen asociar la corrupción con las crisis económicas. Desde 2016, datos de encuestas revelan que las personas que creen que la economía de sus países ha empeorado tienen muchas más probabilidades de afirmar que la mayoría de los políticos son corruptos.

¿Pueden los trabajadores evitar los efectos nocivos de los altos niveles de contaminación atmosférica? La respuesta, al parecer, está poderosamente vinculada al nivel socioeconómico al que pertenezcan.

El cáncer cervical es una de las principales causas de mortalidad por cáncer entre mujeres de países de bajos y medianos ingresos, por lo que la vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH), cuya eficacia y seguridad están comprobadas, resulta fundamental para su prevención.