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Compras públicas que abren mercados

Investigación para el desarrollo Compras públicas que abren mercados La contratación pública puede impulsar el crecimiento de pequeñas empresas, pero mercados concentrados limitan empleos y salarios. Dic 5, 2025
Compras públicas que abren mercados
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Datos destacados
  • El estudio muestra que la contratación pública puede actuar como una política de crecimiento encubierta, ya que un aumento de una desviación estándar en el valor de los contratos públicos eleva el empleo en las empresas en alrededor de 4,2%.
  • La falta de acceso a los mercados parece desempeñar un papel importante en restringir el crecimiento de las empresas, por lo que conectar a pequeños proveedores con compradores más grandes puede aliviar una barrera central al desarrollo.
  • En mercados laborales concentrados, en cambio, el mismo mecanismo puede reforzar el poder de fijación de salarios y limitar la creación de empleos, mostrando que el impacto de la demanda pública depende, de forma crítica, del contexto competitivo.

Una pequeña empresa proveedora de material de oficina de São Paulo gana un contrato público para suministrar papel y tinta a las escuelas de la ciudad. El contrato dura apenas un año, pero el impacto persiste: nuevas contrataciones, una modesta campaña publicitaria y algunas máquinas usadas pero funcionales. Dos años después, la empresa es más grande que antes de ganar el contrato y vende más al sector privado. Lo que parecía una compra rutinaria del gobierno termina siendo, en realidad, una política de crecimiento.

Esa es la conclusión central de Procuring Firm Growth, un estudio de 2021 de Claudio Ferraz, Frederico Finan y Dimitri Szerman que muestra cómo las compras públicas pueden impulsar el crecimiento de empresas aisladas al vincularlas con compradores más grandes. Pero esa no es toda la historia. Otro estudio en Brasil revela que, en mercados dominados por unos pocos grandes empleadores, los contratos públicos pueden también reforzar el poder de esas empresas para fijar salarios y limitar la creación de empleos.

Un nuevo informe del BID sobre competencia

El análisis de estas dinámicas y las políticas que sugieren son temas centrales del próximo informe insignia del BID, Desarrollo en las Américas, que examina el poder de mercado y los desafíos y oportunidades que surgen de una mayor competencia. Entender cómo la demanda impulsada por el Estado puede tener efectos positivos o negativos, según el contexto, es fundamental.

Utilizando datos de millones de subastas públicas en línea en Brasil, los autores del primer estudio muestran que la demanda del Estado puede aliviar una de las restricciones menos obvias enfrentadas por las empresas pequeñas: encontrar compradores confiables. Dado que las subastas terminan en un momento aleatorio, la identidad del ganador en las “subastas cerradas” —donde las ofertas difieren en menos de un uno por ciento— es, en la práctica, aleatoria. Esa característica permite comparar empresas que ganaron o perdieron por un margen mínimo como si hubiera sido por azar.

Los resultados son elocuentes. Un aumento de una desviación estándar en el valor de los contratos públicos eleva el empleo de las empresas en alrededor de 4,2%. Las ventas y el valor agregado también aumentan. El efecto persiste más allá de la duración del contrato, que suele ser de entre seis y doce meses. Las compras del sector público no desplazan a las del sector privado: las ventas al sector privado crecen tanto como las ventas totales. Los datos sugieren que el impulso temporal de la demanda permite a las empresas invertir en maquinaria, inventarios y publicidad —gastos grandes e infrecuentes que son difíciles de financiar sin un flujo de ingresos asegurado.

A partir de estos resultados, los autores concluyen que el acceso limitado a los mercados sigue siendo una barrera clave para el crecimiento de las empresas. Como señalan, “la falta de acceso a los mercados (por distancia o falta de información) parece jugar un papel importante en limitar el crecimiento de las empresas. Por tanto, las políticas que alivien esta restricción, ya sea informando a las empresas sobre posibles mercados o reduciendo las barreras para vender en mercados más grandes, podrían permitirles crecer.”

En otras palabras, conectar a las empresas con la demanda puede ser tan importante como reducir sus costos. La fragmentación de los mercados —entre regiones, sectores o cadenas de valor— puede frenar la reasignación de recursos hacia las empresas más productivas. Al vincular productores aislados con compradores mayores, sean públicos o privados, los gobiernos pueden ayudar a superar uno de los principales obstáculos al desarrollo: la existencia de demasiados mercados pequeños.

Los mercados concentrados pueden limitar el aumento de salarios y empleo

El segundo estudio se pregunta qué ocurre después, cuando las ganancias de una empresa se convierten en un desafío para otras. Identifying Labor Market Power: A Quasi-Experimental Approach, de João Galindo da Fonseca y Rogério Santarrosa, utiliza las mismas subastas públicas brasileñas para rastrear cómo esos shocks de demanda se propagan por los mercados laborales locales.

Primero, los autores confirman el resultado anterior: las empresas que ganan subastas públicas aumentan el empleo en torno a 2% y los salarios entre 1% y 1,5% en los dos años siguientes. Luego analizan cómo responden los competidores cercanos. En la misma zona e industria, los salarios en las empresas rivales suben entre 0,15% y 0,23%, mientras que el empleo casi no cambia. En términos simples, cuando una empresa contrata más y paga mejor, las demás deben seguirle el paso para retener personal. La competencia por la mano de obra empuja los salarios al alza.

El patrón es más fuerte donde la empresa ganadora concentra una gran parte del empleo local: una señal clara de poder de monopsonio, en el que pocos compradores enfrentan a muchos vendedores pequeños. En esos mercados concentrados, un aumento del 1% en los salarios de la empresa ganadora provoca que los salarios de sus competidores suban hasta 0,5%. El hecho de que los salarios se ajusten, pero el número de empleados no lo haga, es coherente con teorías que atribuyen a las empresas cierto grado de poder de mercado laboral.

Estos resultados cambian el foco de los mercados de productos hacia los de trabajo. El poder de mercado no solo se refleja en precios y ganancias; también se manifiesta en cómo reaccionan los salarios ante shocks locales. Los datos brasileños aportan evidencia causal poco común sobre estas dinámicas, algo que los índices de concentración tradicionales no siempre capturan.

El impacto de la demanda pública depende del contexto

En conjunto, estos estudios revelan tanto el potencial como los límites de la demanda impulsada por el Estado. Los contratos públicos pueden ayudar a las empresas a superar restricciones de demanda y crédito, promoviendo crecimiento e inversión privada. Pero en mercados dominados por pocos grandes empleadores, ese mismo mecanismo puede reforzar el poder para fijar salarios y restringir la creación de empleo.

La lección más general es que la competencia —o su ausencia— determina cómo se transmiten las políticas en la economía. Un sistema de compras públicas competitivo puede funcionar como motor de crecimiento; uno concentrado corre el riesgo de consolidar el poder existente. Los responsables de política deberían mirar más allá de los multiplicadores fiscales y preguntarse quién gana realmente acceso al mercado y poder de negociación.

Estas ideas están en el corazón del próximo informe insignia del Banco Interamericano de Desarrollo, Development in the Americas 2025: Markets for Development: Improving Lives through Competition. Basado en nueva evidencia de toda América Latina y el Caribe, el informe explora cómo el poder de mercado afecta los precios, la innovación, el empleo y la desigualdad, y cómo una mayor competencia puede elevar los niveles de vida en toda la región.

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