A pesar de ser una región pobre y árida, el Nordeste brasileño ha inspirado la mayor parte de la cultura que mucha gente alrededor del mundo identifica con Brasil.
Desde el corazón de esta región, el Estado de Ceará ejemplifica este derroche de energía cultural que se nutre de la amalgama de sus poblaciones indígena, ibérica y africana que han aportado a esta región —y al país— muchas tradiciones culturales propias.
Ceará es conocido particularmente por su arte folclórico y por sus artesanías. Desde sus extraordinarias playas hasta la árida sabana, pasando por remotas aldeas engarzadas al verde profundo de sus montañas, sus sencillos habitantes transforman la madera, el barro y las fibras naturales en decorativos objetos que, a menudo, son también funcionales.
En homenaje a la tradición folclórica de Ceará, el Centro Cultural del BID organizó recientemente la exposición Rostros del Nordeste Brasileño. Las obras presentadas, primitivas pero intensas, incluían desde un equipo completo fútbol tallado en madera hasta una auténtica embarcación diseñada y construida totalmente a mano por los pequeños pescadores de la región.
La exposición, junto con otros eventos, se presentó con motivo de la 43ra. Asamblea Anual del BID realizada en Fortaleza, la capital de Ceará, en marzo pasado. La muestra contó con el apoyo del Centro de Artes Visuales de Ceará (CEART), una institución estatal que organiza a los artesanos ofreciéndoles asistencia financiera, promoción y mercadeo.