El Banco Interamericano de Desarrollo estableció recientemente una serie de nuevos instrumentos financieros que le permiten ofrecer un programa de préstamos más flexible que responde mejor a las necesidades de los países prestatarios.
En noviembre de 2005 el Banco estableció una nueva Facilidad en Moneda Local que ofrece tres opciones de financiamiento en moneda local: préstamos en moneda local por medio de la conversión de la moneda en que se efectúan los desembolsos (y los saldos pendientes de los préstamos), canjes directos de moneda con prestatarios con cargo a su deuda existente con el Banco y préstamos en moneda local mediante la conversión de los pagos de garantías.
Este nuevo instrumento, una alternativa a los préstamos del Banco en una de cuatro monedas fuertes o en una canasta de monedas fuertes, se creó para satisfacer la prevista demanda de financiamiento en moneda local por parte de gobiernos nacionales y subnacionales, así como del sector privado.
En 2005, el Directorio Ejecutivo aprobó en forma experimental una opción de moneda local para los desembolsos de un préstamo de 300 millones de dólares a México, diseñado para contribuir a la descentralización, fortaleciendo los gobiernos estatales en áreas tales como presupuesto, planificación de la inversión, contabilidad y transparencia.
Nuevo Marco de Financiamiento
El Banco modernizó su enfoque a los préstamos de inversión y de apoyo a reformas de políticas como parte de un paquete de medidas instituidas por la Asamblea de Gobernadores y por el Directorio Ejecutivo. Estas medidas conforman un nuevo marco de financiamiento para 2004-2008 y la adopción de instrumentos de financiamiento más flexibles.
Durante su Reunión Anual de 2005 en Okinawa, los Gobernadores del BID eliminaron los límites mínimos para los plazos de desembolsos y los requisitos de porcentaje prefijados sobre el monto de fondos de contrapartida local necesarios para los proyectos de inversión. También modernizaron las políticas sobre elegibilidad de gastos, permitiendo ahora, bajo ciertas condiciones, el financiamiento de impuestos, honorarios, costos ordinarios, capital de trabajo, tierras, edificios comerciales y pagos de indemnización por despidos generados por reformas institucionales.
Los nuevos instrumentos de préstamos y enfoques que actualmente ofrece el Banco incluyen los préstamos en función de resultados, líneas de crédito condicional para proyectos de inversión, préstamos programáticos en apoyo de reformas de política y préstamos bajo un enfoque sectorial amplio.
Los préstamos en función de resultados se desembolsan en tramos cuando se logran sus objetivos de inversión (medidos por el resultado de sus metas según avanza el programa de préstamo) y una vez que el Banco ha verificado los gastos hechos por el prestatario para alcanzar los resultados. Este instrumento crea un aliciente más poderoso para enfocarse y manejar los resultados durante el diseño y la ejecución, y además abre el camino para confiar cada vez más en los sistemas de gestión de proyecto del país. El Banco ha aprobado tres préstamos en función de resultados, todos para proyectos del sector salud en Colombia, Honduras y Nicaragua.
La línea de crédito condicional para proyectos de inversión tiene la ventaja de permitir al prestatario financiar inversiones similares en un sector con sólido historial en rápida sucesión, sin tener que pagar cargos de comisión por la porción no utilizada de la línea de crédito. El Banco ha aprobado dos líneas de crédito condicional a Brasil, una por 3.000 millones de dólares para un programa de apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas, con un préstamo inicial de 1.000 millones de dólares cargados a la línea de crédito, y una segunda línea de crédito de 100 millones de dólares para mejoramiento vial en el Estado de Minas Gerais, con un préstamo inicial de 50 millones de dólares cargados a la línea de crédito.
El préstamo programático para ajuste estructural es un préstamo programático en apoyo a reformas de política suministrado en un marco plurianual de respaldo gradual para un programa a mediano plazo de reformas de políticas y fortalecimiento institucional con un objetivo general claramente definido, a través de la aprobación de una serie de operaciones de un solo tramo, a un año, concedidas a lo largo de un período de tres a cinco años, cada uno sustentado en el préstamo anterior, a fin de respaldar el programa de reforma en el mediano plazo. Este enfoque podría captar mejor la naturaleza de mediano a largo plazo de muchos importantes esfuerzos para la reforma de políticas, permitiendo mayor flexibilidad al embarcarse el Banco en un continuo diálogo de políticas con el país prestatario. El Banco ha aprobado la primera etapa de tres operaciones de este tipo.
El enfoque sectorial amplio (ESA) permite al Banco unirse y colaborar con otras entidades de desarrollo para respaldar en forma coordinada un programa dirigido por el gobierno del país a un sector determinado. Las entidades participantes comparten un proceso de revisión común, usan indicadores comunes para medir resultados y pueden compartir una cuenta conjunta y utilizar procedimientos fiduciarios nacionales, si las condiciones lo permiten. El Banco ha utilizado ESA en préstamos a Brasil y El Salvador, ambos en sectores sociales.
El nuevo modelo de financiamiento ha sido diseñado no solamente para lograr mayor flexibilidad, sino también para alcanzar mejores resultados de desarrollo a través de mayor rendición de cuentas, sistemas de evaluación más estrictos y mayor enfoque en los países. Uno de los objetivos es permitir a los países prestatarios mejorar la gobernanza, forjar capacidad institucional y asumir gradualmente mayor responsabilidad respecto a la planificación, adquisiciones, manejo de recursos y evaluación.
Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Regional
En 2005 el Departamento del Sector Privado del BID lanzó el Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Regional de 400 millones de dólares por el mandato del Directorio Ejecutivo de adoptar nuevos instrumentos de corto plazo para reactivar el comercio exterior y los flujos financieros en la región. Según el programa, el BID emite garantías que respaldan hasta 90 por ciento del riesgo de bancos privados confirmantes que financian transacciones de comercio exterior elegibles por tenor de hasta tres años.