- La falta de confianza obstaculiza el crecimiento de las empresas y de la innovación.
- El informe detalla reformas necesarias para promover la confianza y potenciar la recuperación post-COVID.
- Abordando asimetrías de poder y de información ayuda a promover la confianza.
Fortalecer la confianza es fundamental para que el sector empresarial se vuelva más dinámico y se realicen las reformas económicas necesarias para potenciar la recuperación de América Latina y el Caribe post-COVID, según el nuevo informe insignia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Con un análisis acabado, datos inéditos y una revisión de la última literatura, el informe Confianza: la clave de la cohesión social y el crecimiento en América Latina y el Caribe, señala a la falta de confianza como un problema agudo que limita el desarrollo socioeconómico de la región y afecta la capacidad de sus países para resolver retos complejos, como el cambio climático.
Nueve de cada diez personas en la región desconfían del prójimo, según indica el estudio. Los niveles de confianza equivalen a una cuarta parte de niveles en los países desarrollados que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El informe insignia del BID analiza las causas de esa desconfianza y ofrece recomendaciones para que los responsables de formular políticas puedan convertir este desafío en una oportunidad para abordar algunos de los desafíos de desarrollo más urgentes en la región, como los bajos niveles de productividad e innovación, el retraso en materia de inversiones y los elevados índices de informalidad y evasión impositiva.
“Promover la confianza mediante una mayor transparencia e instituciones más sólidas debería ser una prioridad en la agenda política de América Latina y el Caribe. Colocar la confianza en el centro de la toma de decisiones gubernamentales reavivaría significativamente el desarrollo en la región”, dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
“Mayor confianza significa menos burocracia que daña a los negocios, a las inversiones y a la innovación. Significa gobiernos más transparentes, comprometidos en cumplir sus promesas y a rendir cuentas. Y, por último, también implica ciudadanos comprometidos que den voz a sus opiniones y participen activamente para realzar las democracias y apoyar la construcción de sociedades más inclusivas”, añadió.
Los países con mayor confianza tienden a gozar de mayores niveles de productividad, mientras que aquellos donde los índices de confianza son bajos, poseen una economía informal más grande en relación con su PIB.
LOS NIVELES DE CONFIANZA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SON REDUCIDOS
Fuente: Keefer y Scartascini (2021).
El BID ha estado trabajando de cerca con sus países miembros para reforzar instituciones, apoyar el estado de derecho y promover mayor transparencia e integridad en su plan de desarrollo Visión 2025. Un mayor nivel de confianza podría constituir una gran ventaja para promover una mayor integración regional, con cadenas de suministro más robustas, pymes más productivas y mayor digitalización, algunas de las áreas prioritarias que el BID ha identificado como oportunidades para acelerar la recuperación de la región en el período postpandemia.
Menores niveles de confianza se asocian con
- Democracias más frágiles
- Menor innovación y toma de riesgos
- Ingresos fiscales reducidos
- Mayor informalidad laboral
- Ineficiencias en los mercados financieros
- Más, y más onerosas, regulaciones
- Políticas contra el crimen más rigurosas pero menos efectivas
- Menor apertura a hacer sacrificios relacionados con el combate al cambio climático
- Menor demanda de bienes públicos e inversiones
- Menor disposición a participar en esfuerzos colectivos
Mayores niveles de confianza se asocian con
- Democracias más robustas
- Más emprendedores e innovación
- Mayor crecimiento de empresas y contratación de más empleados
- Más firmas productivas, con mayor acceso a cadenas globales de suministro
- Mayor recaudación impositiva
- Mayor inclusión financiera
- Menos regulaciones y menos obstáculos para nuevas empresas; más competencia
- Más apoyo a políticas efectivas para combatir el crimen
- Mayor disposición a apoyar medidas para combatir el cambio climático
- Más demanda de bienes públicos, como educación de calidad
- Mayor interés en participar de esfuerzos colectivos
“Este informe ofrece un camino hacia reformas que favorecerán al mercado, y a la vez desarrollarán una mayor cohesión social”, dijo Eric Parrado, economista jefe del BID. “También les brinda a los gobiernos un modo de obtener el apoyo necesario para atender no solamente la recuperación tras la pandemia, sino también asuntos estructurales como el retraso productivo y algunos grandes desafíos como el cambio climático, la diversidad y la inclusión”.
“A menudo damos por sentada la confianza en el debate actual sobre políticas económicas, por considerar que las raíces de este problema son de naturaleza estructural”, dijo Susana Cordeiro Guerra, gerente del Sector Instituciones para el Desarrollo del BID. “Sin embargo, los gobiernos cuentan con poderosas herramientas para revertir esto. Fortalecer las instituciones del sector público, eliminar regulaciones de aplicación arbitraria y poner más información a su disposición, empoderará a los ciudadanos y firmas para disuadir y detectar conductas poco fiables, aumentando su confianza en el sistema”.
El informe recomienda que los gobiernos de la región, al momento de diseñar políticas públicas, crean incentivos para que funcionarios públicos, agentes económicos y los ciudadanos actúen de manera fiable.
Los gobiernos deben reducir las brechas de acceso a la información, invirtiendo tanto en organismos reguladores de primer nivel como en educación y poniendo más información a disposición de los ciudadanos para empoderarlos y detectar y disuadir conductas poco fiables. Asimismo, los gobiernos deberán reducir las asimetrías de poder, elevando el índice de rendición de cuentas y fortaleciendo a instituciones independientes que velen por el cumplimiento de las normas, para que los ciudadanos y firmas sientan que puedan contar con estas instituciones en caso de abuso, ya sea por parte del gobierno, empresas u otros ciudadanos.
Generando confianza en el sector privado
La falta de confianza reduce la competitividad del sector privado. Según una encuesta a 3.000 firmas registradas en la plataforma ConnectAmericas del BID, aquellos gerentes cuyas compañías tenían mayor competencia reportaron tener mucha más confianza interpersonal que aquellas empresas que reconocieron tener menos competencia. A su vez, los países con niveles elevados de confianza son más productivos y más propensos a participar en cadenas globales de suministro. La participación de América Latina y el Caribe en las cadenas globales de suministro es mucho menor en comparación con las de otras regiones.
La encuesta encontró que, durante la pandemia, las firmas con altos niveles de confianza brindaron más beneficios a sus empleados. Las empresas con niveles bajos de confianza son más propensas a exigir pagos por adelantado y, en países en los que los niveles de confianza son reducidos, es menos probable que las firmas tengan acceso a crédito bancario.
Para mejorar el clima de inversiones e innovación, el informe recomienda a los gobiernos reforzar los organismos que otorgan crédito, instituciones legales y agencias reguladoras, para generar igualdad de oportunidades entre empresas y elevar los índices de transparencia e integridad. Para reducir asimetrías de poder, el informe recomienda eliminar las barreras de ingreso, promover una mayor competencia y facilitar el acceso al sistema legal.
Mayor confianza en los gobiernos
La desconfianza también daña al sector público. Los investigadores encuestaron a 2.500 funcionarios públicos de la región. Aquellos que expresaron mayor confianza reportaron compartir más información y colaborar más con sus colegas, lo que a su vez da lugar a sectores públicos más ágiles. También expresaron mayor apoyo a las reformas digitales. Por el contrario, los índices de confianza reducidos se asociaron con menos servicios gubernamentales digitales, peor calidad regulatoria y mayor evasión impositiva.
En aquellos países en los que los niveles de confianza son reducidos, los ciudadanos son más reticentes a votar mejores políticas. También son menos propensos a reclamar cuando el gobierno incumple promesas o apoyar acciones que desestimulen la búsqueda de rentas improductivas por parte del sector privado. Los nuevos hallazgos revelan que la desconfianza distorsiona las políticas que los ciudadanos exigen de sus gobiernos, priorizando las transferencias de dinero en efectivo por encima de servicios públicos como seguridad y educación, que mejorarían su bienestar.
Para mejorar el acceso a información, el informe recomienda a los gobiernos elevar el nivel de transparencia del presupuesto, el gasto y las regulaciones, y mejorar las comunicaciones con los ciudadanos sobre el cumplimiento de sus promesas y resultados, reformando aquellos organismos que realizan el seguimiento de la ejecución y los resultados de las iniciativas del gobierno.
La educación es la base de la confianza. El informe destaca que los individuos con mayor nivel educativo son más capaces de discernir si fueron víctimas de la mala suerte o de conductas ajenas oportunistas, incluso por parte de empresas o del gobierno.
Además, el informe halló que:
- La transparencia de las elecciones, instituciones de los partidos políticos, participación ciudadana y corrupción, entre otros factores de gobernanza democrática, resultan esenciales para incrementar la confianza.
- Abordar los desafíos de confianza es fundamental para poder enfrentar complejos desafíos, como el cambio climático.
- Los gobiernos y los medios pueden brindar información de modo tal que favorezca las reformas pro-crecimiento necesarias, disminuya la evasión impositiva e incentive la prevención del crimen, entre otras.
- Reforzar los incentivos dentro del sector público para mejorar el bienestar ciudadano es clave para que los gobiernos sean capaces de cumplir sus promesas, lo que impulsaría su credibilidad frente a los ciudadanos.
- La falta de confianza ralentiza la digitalización, en parte porque los ciudadanos temen por la ciberseguridad. De mejorarse la ciberseguridad, la región podría avanzar más rápidamente hacia la transformación digital tanto del sector público como del privado.
Acerca del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes públicos y privados en toda la región. Acceda a nuestro tour virtual.