BELO HORIZONTE, Brasil – El Banco Interamericano de Desarrollo lanzará en junio una iniciativa para promover el crecimiento económico de amplia base en América Latina y el Caribe dirigido a personas de escasos ingresos, una vasta mayoría históricamente marginada del progreso.
Al abrir esta tarde un seminario sobre formas innovadoras para proveer bienes y servicios de buena calidad y precios accesibles para la gran mayoría de la población de la región, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, afirmó: “Si hay un tema al cual queremos darle mucha energía, es éste.”
Moreno, quien asumió la presidencia del BID en octubre, sostiene que la región necesita ensayar nuevos enfoques para combatir su arraigada exclusión económica y social, que mantiene a centenares de millones de personas atrapadas en malas condiciones de vida. A pesar de que el producto bruto per capita de la región creció 95 por ciento desde 1960, los niveles de pobreza y desigualdad básicamente no han variado.
Como resultado de una distribución sesgada de oportunidades y bienes, la mayoría de la población de América Latina y el Caribe tiene acceso limitado a las herramientas que necesita para mejorar sus condiciones de vida. Para enfrentar esos problemas se requiere una combinación de esfuerzos por parte del sector privado, la sociedad civil y los gobiernos.
El principal orador del seminario, que se celebró en esta ciudad brasileña en vísperas de la reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, del 3 al 5 de abril, fue el profesor C.K. Prahalad de la Universidad de Michigan.
Prahalad, autor de “La Fortuna en la Base de la Pirámide”, postuló que para erradicar la pobreza y propiciar la prosperidad, todas las personas del mundo deberían tener acceso a los beneficios de la economía global.
El catedrático, quien sostiene que los pobres deben ser considerados consumidores y productos y no como objetos de la caridad, afirmó que su propuesta no es tan utópica como podría sonar. Hace tan sólo 50 años, apuntó, la mayor parte de la humanidad vivía bajo regímenes coloniales o totalitarios.
“La democratización del comercio será el verdadero desafío del siglo XXI, así como la democratización de la política fue el gran reto del siglo XX”, aseguró.
Pero para poder llegar a la mayoría en la base de la pirámide económica, el sector privado deberá encontrar maneras de atender las necesidades de los excluidos. Prahalad puso como ejemplos los casos de empresas indias y brasileñas que han podido crear mercados para clientes de escasos ingresos brindándoles buenos productos a buenos precios.
Prahalad también recomendó a los países latinoamericanos y caribeños que no buscaran soluciones en el extranjero sino que las hallaran dentro de sus propias fronteras.
La iniciativa del BID será lanzada en una conferencia a celebrarse del 11 al 13 de junio en su sede en Washington, donde presentará un “atlas económico de la mayoría” con estadísticas e indicadores sobre los segmentos de población de escasos recursos en la región.
La iniciativa se concentrará en unas pocas áreas prioritarias en donde el BID podría tener impacto, tal como en la expansión del acceso a servicios financieros sobre la base de la experiencia exitosa de las microfinanzas.
Otra área será ampliar el acceso a infraestructura básica como redes de electricidad, caminos, agua y saneamiento, especialmente fuera de las zonas urbanas. Reducir la llamada “brecha digital” será otro objetivo a perseguir a través de la difusión de tecnologías de información y comunicación. En ese campo las empresas de telefonía celular han dado ejemplos de cómo servir a clientes pobres en países en vías de desarrollo.
El BID también se propone trabajar con países miembros en el mejoramiento del entorno para los negocios, apuntando a los obstáculos que empujan a los empresarios al sector informal y les impiden crecer y generar empleos. Asimismo alentará las asociaciones entre pequeñas y grandes empresas interesadas en desarrollar nuevas oportunidades de mercados en la “base de la pirámide”.
La vivienda será un sector de particular interés, dado su potencial para estimular la actividad económica y la creación de empleo. Los proyectos podrán incluir el acceso a terrenos con servicios básicos, el registro y catastro de propiedades y el crédito hipotecario.
La iniciativa del BID, Creación de Oportunidades para la Mayoría, se desarrollará gradualmente, comenzando con proyectos capaces de producir efectos de demostración y en alianza con los sectores público y privado y las organizaciones sociales.