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BID aprueba cartera variada para mejorar la competitividad y reducir la pobreza en América Latina y el Caribe

El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó durante 2006 un programa de financiamiento sólido e innovador con mayor número de operaciones, otorgando préstamos y garantías para 127 proyectos por un monto aproximado de 6.400 millones de dólares.

De acuerdo al último Informe Anual del BID, sus desembolsos ascendieron a cerca de 6.500 millones de dólares, lo que representa un incremento de 22 por ciento respecto al año anterior. Por decimotercer año consecutivo el BID siguió siendo la principal fuente de financiamiento multilateral de desarrollo en América Latina y el Caribe. 

Las operaciones dirigidas a la reducción de la pobreza ascendieron a un total aproximado de 2.300 millones de dólares (35,4 por ciento del volumen de financiamiento), pero muchos otros proyectos también contribuyen indirectamente a la búsqueda de este objetivo.

La Corporación Interamericana de Inversiones, miembro del Grupo BID que se especializa en préstamos e inversiones para pequeñas y medianas empresas, aprobó un récord de 46 préstamos por 338 millones de dólares.

El BID también aprobó 104 millones de dólares en donaciones para proyectos de cooperación técnica en 2006, en comparación con 89 millones de dólares en 2005.

Las aprobaciones del BID incluyen 76 préstamos para proyectos de inversión en el sector público por un total de 3.600 millones de dólares, 17 préstamos en apoyo de reformas de políticas por cerca de 1.800 millones de dólares y 20 operaciones sin garantía soberana por 916 millones de dólares. Esta última categoría de préstamos y garantías de crédito se hizo posible gracias a las nuevas políticas aprobadas durante la Reunión Anual de 2005, que elevaron el límite para tales operaciones y ampliar las actividades elegibles a más sectores.

El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) aprobó  proyectos por un total de 125 millones de dólares, principalmente en forma de operaciones no reembolsables, que representan un aumento de 11 por ciento con respecto al año anterior.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, calificó los resultados como satisfactorios, considerando que 2006 fue un año de cambios políticos en muchos países de la región y de transición dentro del Banco. A pesar de que los índices de pobreza se redujeron en América Latina y el Caribe a menos de 40 por ciento por primera vez desde 1980, la pobreza y la desigualdad continúan siendo preocupaciones principales.

Moreno elogió el mantenimiento de políticas macroeconómicas en la región que han generado estabilidad y permitido por segundo año consecutivo un crecimiento económico con  reducción de pobreza.

Entre los programas para reducir la pobreza se destacan un préstamo de 28 millones de dólares a Honduras y un préstamo de 30 millones de dólares a Nicaragua. Se aprobaron además siete préstamos por un total de 370 millones de dólares para inversiones en agua y saneamiento en Ecuador, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá y Uruguay.

Nuevas iniciativas

El BID expandió su apoyo al sector privado, eliminando restricciones al financiamiento directo a gran escala al sector privado que anteriormente limitaban estas operaciones únicamente a infraestructura, mercados de capital y financiamiento de comercio exterior.

El BID también amplió su financiamiento sin garantías soberanas a entidades subnacionales, tales como gobiernos municipales y provinciales, para que puedan tener mayores oportunidades de promover el desarrollo económico, con la ayuda del BID y en colaboración con el sector privado.

La Asamblea de Gobernadores aprobó un marco para el alivio de la deuda de Haití y amplió el alivio de deuda de Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua, que ya habían recibido reducciones de deuda bajo la iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME) y la iniciativa PPME reforzada.

El BID lanzó la iniciativa Oportunidades para la Mayoría para hacer llegar los beneficios del crecimiento económico a ese 70 por ciento de la población con ingresos anuales de menos de 3.000 dólares. La iniciativa se centra en áreas estratégicas tales como democracia financiera y acceso a la infraestructura básica y la vivienda.

Otras dos iniciativas fundamentales para el objetivo de mejorar las condiciones económicas y sociales de la región son el Fondo de Infraestructura (InfraFund), una facilidad de 20 millones de dólares creada para identificar y desarrollar importantes proyectos de infraestructura, y el Fondo para la Prevención de Desastres, establecido con una contribución de 10 millones de dólares para ayudar a los países a identificar los riesgos asociados con desastres naturales que afectan directamente a cuatro millones de personas en la región cada año.

El BID lanzó su Iniciativa de Energía Sostenible y Cambio Climático para promover  el aprovechamiento de fuentes alternativas de energía y combustibles limpios.

El Directorio Ejecutivo aprobó la realineación de la organización del Banco, diseñada para aumentar la capacidad de respuesta y la capacidad estratégica y técnica de la organización.

El BID aprobó su Política de Medio Ambiente y Cumplimiento de Salvaguardias y su Política Operativa para proteger los derechos de las comunidades indígenas.

En el área de reforma del Estado, el Banco aprobó 25 proyectos por un total de 1.500 millones de dólares para financiar la reforma fiscal y gubernamental, descentralización, administración de justicia, modernización de legislaturas y reforma del sector financiero, entre otros proyectos. Aprobó 52 operaciones por un total de 3.000 millones de dólares para mejorar la competitividad, apoyando operaciones tales como un programa con un enfoque de conjuntos productivos para ayudar a comunidades indígenas rurales de Guatemala a desarrollar servicios empresariales, financieros y técnicos.

El financiamiento directo y garantías crediticias del BID al sector privado sin garantías soberanas ascendió a 920 millones de dólares en 2006, en comparación con 683 millones de dólares en 2005. Estas operaciones, dirigidas por el Departamento del Sector Privado, incluyeron 10 operaciones de garantías bajo al marco del programa de facilitación del financiamiento para el comercio de 400 millones de dólares, el cual aumenta la disponibilidad de financiamiento de corto y mediano plazo para exportadores e importadores.

Cuatro préstamos aprobados durante el 2006 incluyeron componentes relacionados a la integración: programas para la competitividad en Colombia y Guyana, reforma fiscal en  Bolivia (con componentes de armonización aduanera y tributaria), y gestión de finanzas públicas en Honduras (componente aduanero). Además, 39 donaciones para proyectos de integración regional fueron aprobadas por un total de 16 millones de dólares para apoyar a los países en sus procesos de integración subregional, hemisférica e internacional, con especial énfasis en el comercio.

Reconociendo que las recientes elecciones en América Latina y el Caribe han dado voz a los pobres y a los excluidos, Moreno enfatizó que es la tarea del Grupo BID, junto con los países miembros, tratar de hacer llegar los beneficios económicos y sociales a las mayorías, de una forma justa y duradera. “Creo que hemos sentado una buena base y hemos tenido un buen comienzo”, dijo el presidente del BID.  “El reto consiste ahora en trasladar los planes a la acción y distribuir los beneficios que, lógicamente, todos estamos ansiosos e impacientes por proporcionar”, agregó.

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