¿Qué se necesita para ser un triunfador? La fotógrafa brasileña Claudia Jaguaribe intenta responder esa pregunta al enfocar sus cámaras no en las competencias sino en la rutina diaria de los atletas más talentosos de Brasil.
Una muestra de las obras de Jaguaribe fue presentada en la sede del BID durante la reciente conmemoración de los 500 años de la llegada de los portugueses a Brasil.
Jaguaribe escogió el tema de los deportes cuando comezó a tomar retratos de los atletas que participaron en las Olimpíadas de 1996 para un periódico brasileño. No se sintió atraída por la competencia misma, más bien quería examinar el trabajo físico y emocional requerido para desarrollar una carrera atlética.
"Este tipo de tema nunca se había hecho antes, y necesitaba hacerse, dado que los brasileños son cada vez más importantes en el mundo de los deportes", dice Jaguaribe. Distanciándose abruptamente de su trabajo anterior, que había estado dominado por la fotografía de modas, se puso en contacto con los principales atletas brasileños y muchas figuras en ascenso para pedirles que le permitieran tomar fotografías de ellos fuera de las competencias.
Uno contra uno. Incluso en los casos de deportistas que juegan en equipos, las tomas de Jaguaribe examinan al atleta como individuo.
"Yo estaba más interesada en cómo cada uno de ellos se desarrollaba como persona, en el ámbito humano", explica Jaguaribe. En sus fotografías busca diferenciar a las figuras del ayer y las de hoy. Los competidores actuales fueron fotografiados mientras practicaban sus respectivos deportes, mientras que los atletas retirados fueron retratados en poses relajadas en estudio.
Iconos del pasado. Los deportistas brasileños se han destacado en disciplinas como el fútbol, el baloncesto y el vóleibol. Pelé en fútbol, Oscar Schmidt y Hortencia de Fátima Marcuri Oliva en baloncesto son algunos de los atletas que han dejado huella alrededor del mundo, abriendo las puertas para nuevas generaciones de competidores brasileños.
El fútbol sigue siendo el deporte predominante en Brasil, y en los años desde que Pelé se hizo mundialmente famoso, muchos otros futbolistas han inspirado a la afición. Jugadores de la talla de Bebeto y figuras en ascenso como Felipe Jorge Loureiro se encuentran en la nómina de astros del fútbol brasileño.
Pero el éxito de los atletas brasileños en otras disciplinas, y particularmente en los Juegos Olímpicos, ha ampliado la gama de deportes a los que se dedica la juventud del país.
El tenis, un deporte que ganó popularidad en los años sesenta con María Esther Bueno, campeona de Wimbledon, está cobrando una renovada popularidad gracias a jugadores como Gustavo Kuerten, un joven de 23 años que ganó el Abierto de Francia en 1997.
Los brasileños se han distinguido en otros deportes olímpicos como el atletismo, la gimnasia y el vóleibol de playa. Las fotografías de Jaguaribe presentan a Soraya Ida de Carvalho, una gimnasta de 21 años que representó a su país en las Olimpíadas de 1996 en Atlanta, y a Sandra Tavares Pires, ganadora de la medalla de oro en vóleibol de playa.
La exposición es sólo una muestra de las muchas fotografías que Jaguaribe ha tomado a los atletas brasileños, las cuales fueron publicadas recientemente en el libro Atletas do Brasil. La obra incluye 194 fotos de atletas profesionales y deportistas amateurs, que van desde un gimnasta de 14 años hasta un instructor de yudo de 86 años.
Jaguaribe cree que la dedicación necesaria para triunfar como atleta tiene un atractivo universal porque refleja un aspecto esencial de todo esfuerzo humano. "El deporte es un medio natural para adquirir confianza en uno mismo y perseverancia que sirven en cualquier circunstancia", aseguró.