MIAMI, Florida – Al término de una cumbre ministerial de negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique V. Iglesias, y el ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Isaac Alfie, firmaron hoy los documentos de un préstamo de 200 millones de dólares que ayudará a implantar un Programa de Reformas del gobierno de ese país para estabilizar la liquidez y solvencia de la banca y asegurar la confianza de los depositantes en el sistema bancario.
El Programa de Reformas cuenta con el apoyo conjunto del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID. A partir de la crisis financiera registrada en agosto de 2002, las autoridades uruguayas, en el contexto del Programa de Reformas, adoptaron medidas que permitieron mantener la libre disponibilidad de todos los depósitos a la vista y en cajas de ahorros, establecer mecanismos para atender ágil y eficientemente a los bancos con problemas, decidieron la liquidación de tres bancos y establecer límites en el acceso del sector público a la banca.
Estas medidas, concretadas en el marco de las nuevas leyes de Fortalecimiento del Sistema Bancario y de Reforma del Sistema Financiero, implican cambios substanciales en la operatoria para remediar las consecuencias de la crisis financiera y minimizar el riesgo de que se repitan situaciones similares.
El préstamo apoyará medidas para el mantenimiento de un entorno macroeconómico adecuado para llevar adelante el programa, la estabilización de las entidades bancarias y el fortalecimiento del marco regulatorio y la supervisión de las entidades bancarias públicas y privadas, conforme a los ajustes y reformas acordados oportunamente con el FMI, el Banco Mundial y el BID.
Los recursos del préstamo sectorial se otorgan en dólares a un plazo de 20 años, con un período de gracia de 5 años, con una tasa de interés en base a la tasa Libor. Serán desembolsados en un período no inferior a 18 meses en tres tramos, el primero de 80 millones de dólares y los otros dos de 60 millones de dólares cada uno, previa verificación del cumplimiento de las condiciones establecidas.
La estrategia del BID en Uruguay se centra en apoyar programas de desarrollo y políticas de gobierno destinadas a lograr un crecimiento sostenido y una mayor equidad social en un marco de estabilidad macroeconómica.