Distintos modos de abordar la pobreza han sido propuestos para determinar quién es pobre y quién no es. El patrón de oro es la encuesta de gasto de hogares, la cual requiere de mucho tiempo y dinero, y por tanto no puede ser realizada por pequeñas organizaciones o en una escala masiva. Pero las fichas de puntaje de pobreza —un modo relativamente nuevo de abordar la pobreza basado en datos de la encuesta nacional de cada país—han resultado ser eficientes en la estimación de la pobreza a base de gasto de manera rápida y fácil. Además que son aplicables a cualquier línea de pobreza a base de gasto, incluso la de un dólar diario y otras líneas de pobreza nacionales.
Durante una presentación reciente en la sede del BID, Mark Schreiner, el director de Microfinance Risk Management, LLC e investigador del Centro para el Desarrollo Social en la Universidad de Washington (Saint Louis), explicó que el "scoring" (método de calificación estadística) genera una estimación única, simple y barata del estado de pobreza que a su vez es transparente, verificable, y basado en una línea de pobreza objetiva”.
A diferencia del “acercamiento directo” que usan las encuestas de gasto de hogares que requieren de 2 a 8 horas por hogar, el “el acercamiento indirecto” de la ficha de puntaje de pobreza usa 10 indicadores simples y verificables, como el tipo de techo en la casa o si en la casa se cocina con leña. El proceso es lo suficientemente simple para que los trabajadores sociales calculen los resultados, en cuestión de 5 minutos en papel a mano, sin la necesidad de la computadora.
La mayor particularidad de la ficha de puntaje es su simplicidad. Los puntajes oscilan de 0 (con la mayor probabilidad pobre) a 100 (con la menor probabilidad pobre). Para el ejemplo de Perú, un resultado o puntaje de 15 a 19 corresponde a una probabilidad de pobreza del 92%, significando que entre los hogares en la encuenta nacional de gasto, el 92% que obtuvó un puntaje de 15 a 19 obtuvó un gasto por debajo de la línea de pobreza nacional.
Los indicadores y sus valores son seleccionados basados no en los juicios subjetivos del analista, sino más bien en las estadísticas (regresión lógica) y un conjunto de otros criterios prácticos que relacionan indicadores con el estado de pobreza conocido para hogares encuestadas, asegurando que los usarios comprendan los indicadores seleccionados, los cuales se limitan a aquellos que un trabajador social puede comprobar a simple vista en una visita al hogar.
Las fichas de puntaje de pobreza son diseñados para encajar necesidades locales. Aunque ellos fueran diseñados en el contexto de microfinanza, no son específicos de microfinanza y son aplicables para cualquier programa contra la pobreza.
Las ficha de puntaje de pobreza tiene tres usos básicos: medir las tasas de pobreza (% pobre), monitorear cambios en las tasas de pobreza a lo largo del tiempo y ayudar a focalizar servicios. La exactitud de las fichas de calificación para estimaciones de tasas de pobreza ha sido documentada a un nivel de confianza del 90%, +/– 2 puntos porcentuales si el tamaño de la muestra es al menos 5.000.
Las fichas de puntaje han sido proyectos pilotos en 10 países y han sido adoptadas para el uso regular por BRAC y ASA en Bangladesh, dos de los titanes del mundo en microfinanzas con 7 millones de clientes cada uno. En América Latina y el Caribe, las fichas de puntaje de pobreza han sido desarrollados para Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Nicaragua y Perú.
Sergio Navajas del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID señala que las fichas de puntaje de pobreza son un modo bueno para determinar quienes son los beneficiarios de los programas del Banco, ya que es una solución tan barata y eficaz.