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Un freno a las muertes por choques en América Latina

El BID trabaja con los países de la región para mejorar la seguridad en calles, caminos y carreteras de la región

De preguntarles a los latinoamericanos cuál es el problema más apremiante de la región, lo más probable es que mencionen el crimen, la pobreza o la corrupción. Es posible que algunos citen la escasez de vivienda o las deficiencias de los servicios públicos. ¿Qué lugar ocuparía la seguridad vial en la larga lista de prioridades de desarrollo?

Quizá algunas estadísticas ofrezcan una pista: cada año, en América Latina y el Caribe mueren más de 100.000 personas en choques. En comparación con otras causas de muertes prematuras, los incidentes de tránsito cobran cada día más vidas (unas 275) que el SIDA (156). A razón de 17 muertes por cada 100.000 habitantes, la tasa de mortalidad en las vías de tránsito de esta región casi duplica la de los países de altos ingresos.

Los choques fatales se han convertido en la principal causa de muerte entre latinoamericanos de 15 a 29 años de edad. A esta trágica pérdida de vidas debe agregarse que, a menudo, la inseguridad de las carreteras provoca graves lesiones que conllevan altos costos sociales y económicos. Según algunas estimaciones, la región pierde anualmente hasta 2 por ciento de su producto interno bruto debido a la falta de seguridad vial. Si no se toman medidas para hacer frente a este problema, es posible que la tendencia empeore a medida que más y más vehículos salgan a circular por las carreteras y calles de la región.

La solución es mejorar la seguridad vial de una manera integral. El debido tratamiento de este problema exigirá la coordinación y la colaboración de virtualmente todos los sectores de la sociedad, desde los gobiernos hasta las escuelas, las ONG, la industria automotriz, los conductores, los pasajeros, los ciclistas y los peatones.

El Banco Interamericano de Desarrollo, como fuente de financiamiento de infraestructura de transporte para los países de América Latina y el Caribe, está haciendo su parte para ayudar a mejorar la seguridad de las vías de tránsito de la región.

La seguridad es un criterio rector en la planificación y diseño de las inversiones en transporte financiadas por el BID. Esos proyectos, además de incorporar dispositivos con potencial para salvar vidas en la construcción o rehabilitación de la infraestructura, ayudan a los gobiernos a desarrollar y refinar sus planes nacionales de seguridad vial. En Jamaica, el BID tiene su primer proyecto independiente de seguridad vial, que incluye mantenimiento de la infraestructura y apoyo a la entidad nacional de seguridad vial, a fin de mejorar la compilación de datos.

Los automóviles más seguros también forman parte de la solución. En 2010, el BID se unió al Programa Latinoamericano de Evaluación de Automóviles Nuevos (NCAP, por su sigla en inglés), que tiene por objeto asegurar que los vehículos automotores de fabricación nacional se ciñan a normas de seguridad que rigen en las regiones más desarrolladas. Las evaluaciones de automóviles realizadas por Latin NCAP durante los últimos dos años han brindado a los consumidores información independiente acerca del nivel de seguridad de algunos de los modelos más populares que se venden en la región, creando un incentivo para que los fabricantes mejoren sus vehículos.

Diseñar carreteras y fabricar vehículos más seguros es importante, pero casi 80 por ciento de los choques pueden atribuirse a errores humanos. Concentrándose en este problema, el BID respalda campañas de comunicación para crear conciencia y promover un comportamiento responsable en las vías de tránsito de la región. En 2011, apoyó el lanzamiento de una campaña piloto en una de las carreteras más transitadas de Haití. Además de tradicionales carteles de advertencia, la campaña recurrió a mensajes radiales, historietas y hasta una telenovela para difundir sus mensajes, llegando así a conductores adultos, motociclistas jóvenes y niños.

El BID también se ha asociado con otras organizaciones para mejorar las condiciones de seguridad vial. Esta semana participó en una conferencia realizada en São Paulo, Brasil, con la Federación Internacional del Automovilismo, órgano rector del automovilismo deportivo, que incluye las competencias de Fórmula Uno y los campeonatos mundiales de “rally”.

La conferencia, que tuvo lugar en la ciudad más grande del país latinoamericano con mayor número de automotores (más de 32 millones de unidades a fines de 2010, que constituían alrededor de un tercio de los vehículos en funcionamiento en toda la región), ayudó a atraer la atención de gobiernos, empresas, instituciones académicas y entidades de protección del consumidor hacia la problemática de la seguridad vial.

“Cuando se trata de mejorar la seguridad vial, los esfuerzos aislados sólo nos llevarán hasta cierto punto”, dijo Néstor Roa, Jefe de la División de Transporte del BID. “Para reducir las altas tasas de mortalidad por incidentes de tránsito que afectan a nuestra región, este problema tiene que figurar como prioridad de las agendas de desarrollo nacionales. Lograr este objetivo debe ser un objetivo de todos”.

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