Antes de que el proyecto comenzara en 2008, Saint Marc tenía agua corriente unas nueve horas a la semana, como mucho. En la actualidad, el servicio opera 10 horas por día, el mayor promedio de cualquier zona urbana en Haití.
Naturalmente, el objetivo de máxima es lograr un servicio continuo en toda la red de agua de esta ciudad costera a unos 100 kilómetros al noroeste de Puerto Príncipe. No sucederá de un día para otro, pero hay otros datos alentadores: entre octubre de 2010 y septiembre de 2011 su operador recaudó un promedio mensual de US$37.000 de clientes, 18 veces más de lo que recaudaba mensualmente antes de que se completara el proyecto en 2009.
La recuperación del servicio de agua en Saint Marc podría servir de ejemplo a otras ciudades haitianas empeñadas en hallar alternativas para desarrollar servicios básicos confiables y sostenibles. Saint Marc, con unos 120.000 pobladores en su área urbana, fue la primera de cinco ciudades intermedias en completar un programa de expansión financiado por el BID que comenzó en 2003. Las obras en Port-de-Paix, en la costa norteña, terminarían este año. Les Cayes en el sur, Jacmel en el sudeste, y Ouanaminthe en la frontera con la República Dominicana están en distintas etapas de ejecución.
El caso de Saint Marc es aún más notable debido a las difíciles condiciones que enfrentó durante el último año. La ciudad está cerca del valle rural en donde se desató la epidemia de cólera a fines de 2010. Varias de las víctimas iniciales fueron traídas a su hospital, cuya capacidad quedó rápidamente saturada, dado que Haití nunca había padecido un brote de esta naturaleza.
Para enfrentar este desafío, con apoyo de la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento de Haití (DINEPA, por su sigla francesa), el operador de Saint Marc reforzó el tratamiento con cloro del agua. Alineado con la campaña del gobierno haitiano para contener la epidemia, también utilizó camiones cisterna para distribuir agua tratada y repartió jabón a la población.
Saint Marc también se destaca porque su sistema de agua es gestionado por un operador privado, la Sociedad de Aguas de Saint Marc (SESAM, por su sigla francesa). SESAM es la filial haitiana de una empresa mediana francesa, LYSA, que ganó un contrato de 15 años para operar el sistema de la ciudad bajo una ley de descentralización de servicios de agua aprobada en 2009.
SESAM rompe con varios mitos acerca de la participación de empresas privadas en este sector, comenzando por el hecho de que ahora tiene más empleados que cuando el servicio estaba en manos de una entidad estatal que tenía un solo plomero para toda la ciudad. El nuevo operador no sólo retuvo a los empleados originales sino que aumentó los salarios, creó bonificaciones por desempeño e intensificó la capacitación. De las 40 personas en su nómina, sólo dos son extranjeros.
SESAM ha cultivado estrechos lazos con la comunidad. Antes de asumir la gestión de la red, realizó decenas de reuniones públicas para informar a los vecinos acerca de sus planes. Su administrador, Jean-Claude Nicholas, protagoniza un programa de televisión sobre temas de agua, donde responde a preguntas de clientes. El alcalde de la ciudad tiene su número de celular grabado. “Soy una central de llamados unipersonal”, comenta.
El operador pone ahínco en la facturación y el cobro, dos puntos débiles de muchas empresas de servicios públicos en Haití. Aunque sólo ha estado a cargo de la red de agua de Saint Marc por algo más de dos años, SESAM está demostrando que los clientes están dispuestos a pagar por un servicio decente.
SESAM desarrolló un programa informático para darle seguimiento al consumo de agua y los pagos de sus clientes, entregándole el programa a DINEPA para que lo utilice en otras ciudades. Cuando un cliente adeuda más de dos meses, recibe una carta de aviso que si no paga se le desconectará el servicio.
Para aumentar la recaudación, el operador ha apelado a métodos creativos. En una comunidad periférica llamada McDonald se apoya en un comité de vecinos que leen los contadores de agua y cobran las facturas a cambio de un porcentaje de la recaudación. Su tasa de recuperación es una de las más altas del sistema.
El administrador Nicholas recuerda que los vecinos lo miraban con escepticismo cuando les expuso los planes de expansión de SESAM. Ahora, sostiene, los clientes están comprobando con sus propios ojos que el operador está renovando la red en el centro de la ciudad.
SESAM aún tiene mucho trabajo por delante para alcanzar todos sus objetivos técnicos y financieros, incluyendo problemas heredados como cañerías decrépitas o dificultades para conseguir repuestos, que pueden demorar meses en materializarse. Pero si los trabajos avanzan, el próximo año Saint Marc podría convertirse en la primera ciudad haitiana con servicio de agua las 24 horas del día.
“A primera vista, esto sería un logro notable, pero se trata de una experiencia piloto”, señala Sarah Matthieussent Romain, especialista senior en agua y saneamiento del BID. “Requerirá tiempo para estabilizarse y muchos esfuerzos para ampliar el servicio a la mayoría de la población de Saint Marc. Eventualmente podría brindar valiosas lecciones para otros operadores de servicios básicos en Haití”.