El Directorio Ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de US$100 millones para ayudar a Trinidad y Tobago a financiar su respuesta de salud pública contra la crisis COVID-19 e implementar medidas fiscales y financieras para compensar el impacto negativo de la pandemia en su economía y la vida de sus ciudadanos.

La operación es parte de un programa programático de préstamos basados ​​en políticas de dos tramos aprobado por el Banco para ayudar a Trinidad y Tobago a combatir la crisis sanitaria y fiscal y preparar la recuperación del país después de la pandemia.

Esta primera operación se centra principalmente en apoyar las medidas de política adoptadas durante la pandemia para promover la disponibilidad y la ejecución eficiente de recursos durante la emergencia. Apoyará los ingresos de los hogares y la liquidez comercial a través de la provisión de reembolsos de impuestos, subsidios de alivio salarial, cupones de alimentos y asistencia para el alquiler, al tiempo que mejora la capacidad del gobierno para apuntar adecuadamente a los beneficiarios de dichos programas. También se facilitarán las compras de equipo médico y la contratación de personal médico.

A través de la provisión de herramientas técnicas a la Comisión de Comercio Justo para la implementación de la Ley de Comercio Justo, la operación también respaldará los objetivos de la Ley: promover una mayor rivalidad en los mercados, reducir el costo de los bienes esenciales para los consumidores y aumentar productividad del sector privado.

El préstamo del BID tiene un plazo de amortización de 20 años, un período de gracia de cinco años y medio y una tasa de interés basada en la tasa LIBOR.