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Respuesta multilateral a la creciente delincuencia

Violencia generalizada, crecientes tasas de delincuencia y terrorismo contribuyen a crear un clima de inseguridad global que amenaza la estabilidad democrática en muchos países latinoamericanos.

Las naciones deben alcanzar mucho mayor eficacia y legitimidad al tratar temas de seguridad para así evitar la creciente incredulidad popular en las instituciones democráticas, a las que cada vez más se culpa por los problemas económicos y sociales que afectan a América Latina.

Ésta fue la principal conclusión de la conferencia internacional "Combatiendo la Delincuencia Urbana: La Seguridad Ciudadana en América Latina y Europa", organizada el 17 de junio en Londres por la Oficina Especial del Banco Interamericano de Desarrollo en Europa, en asociación con Canning House y la Fundación CIDOB (Centro de Relaciones Internacionales y Cooperación Internacional).

Según el jurista español Joan Prats, Director Ejecutivo del Instituto Internacional de Gobernabilidad (IIG), la seguridad es una dimensión importante del desarrollo político e institucional latinoamericano. No se logrará ningún resultado significativo a largo plazo en la lucha contra la criminalidad sin antes realizar reformas políticas e institucionales eficaces, que disminuyan la espantosa desigualdad de la distribución de riqueza de la región. "Pero las reformas no sucederán sin conflictos políticos", advirtió Prats. "No podemos confundir el desarrollo institucional con la construcción de caminos".

Al mismo tiempo, las buenas políticas de nivel local pueden alcanzar importantes metas en reducir los niveles de delincuencia y en elevar los estándares sociales. Los estudios de caso fueron presentados por Antanas Mockus (ex alcalde de Bogotá, Colombia), Elói Pietá (alcalde de Guarulhos, Brasil) y Simon Milton (líder del Westminster Council, Londres).

"Cuando fui elegido alcalde (en 1993), la tasa de homicidio en Bogotá era de 80 por 100.000 habitantes, cerca de 3.500 personas asesinadas cada año. Diez años más tarde, este porcentaje disminuyó a 22 por 100.000 habitantes", recordó Mockus. En el mismo período, las muertes por accidentes de tráfico también se redujeron a menos de la mitad, de un promedio de 1.300 a cerca de 600 por año, gracias a una importante campaña informativa que incluía la decisión para pintar estrellas en los sitios donde 1.500 peatones habían muerto por accidentes vehiculares. "La reducción del crimen y la violencia no es sólo una cuestión de represión sino de educación y de cultura también", agregó Mockus. "Tenemos la tarea de educar a gente a la legalidad".

Todos los oradores reconocieron que la delincuencia urbana es actualmente la más desafiante amenaza a la seguridad latinoamericana, y algunos resaltaron cómo el panorama político mundial cambió dramáticamente después de los ataques terroristas del 11 septiembre de 2001 en Estados Unidos y del 11 de marzo de 2004 en España.

Narcis Serra, el ex Vicepresidente y ex Ministro de Defensa de España, y actual presidente de la fundación CIDOB, dijo que ya no es posible separar los temas de seguridad interna y externa. "Hoy debemos hablar de seguridad humana como un concepto completo y ello implica colocar a los ciudadanos en el centro de todo", dijo Serra. "Debemos buscar soluciones no militares a los problemas de seguridad, y debemos siempre respaldar las iniciativas de la ONU. No existen soluciones verdaderas a los problemas complejos fuera de un enfoque multilateral".

Volver al multilateralismo es también indispensable para recuperar la legitimidad política, dijo Mary Kaldor, Directora del Centro para el Estudio de la Gobernanbilidad Mundial, de la London School of Economics. Si debido a restricciones políticas o económicas la gente e incluso los gobiernos no dan su verdadera opinión para determinar el futuro de sus países, es probable que ninguna política funcione.

Para el BID, la seguridad del ciudadano es un serio problema del desarrollo. La participación del Banco responde a las necesidades de los países latinoamericanos, explicó Mirna Liévano de Marques, asesora de Relaciones Externas del BID. "Cada país tiene características específicas, pero hay criterios generales para la implementación de buenas políticas que son adaptables para toda la región, y el BID está completamente comprometido en ayudar a este proceso", agregó.

Varios de los acertados proyectos de la administración de Mockus para reducir la delincuencia, por ejemplo, fueron respaldados por el BID. Durante los últimos seis años el Banco ha financiado en Colombia, Uruguay, Brasil, Honduras y El Salvador varios proyectos dirigidos a reducir los niveles de delincuencia y violencia juveniles a través de servicios sociales de prevención, consolidación de instituciones responsables de la seguridad y promoción de actividades contra la violencia doméstica.

La conferencia en Londres es la segunda que organizada el BID en Europa sobre temas de seguridad. Con el objetivo de aumentar la gama de actividades y consolidar la red de instituciones y de expertos que ya trabajaban en estos temas, se propuso al final del evento organizar un seminario en 2005 durante la próxima reunión anual del BID en Okinawa, reuniendo a administradores locales de ciudades importantes en Europa, Asia y América Latina para discutir e intercambiar experiencias prácticas para combatir la delincuencia y fortalecer a la ciudadanía.

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