Miami – El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, junto con destacados representantes de los sectores público y privado de Brasil y de Estados Unidos, anunció hoy una iniciativa para crear la Comisión Interamericana del Etanol.
Moreno, el Gobernador del Estado de Florida, Jeb Bush, y Roberto Rodrigues, director del Consejo Superior de Agronegocios de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) presentaron la iniciativa. También estuvieron presentes el Ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Guedes, y su viceministro de producción y agroenergía Linneu Carlos da Costa Lima, así como empresarios, funcionarios públicos y representantes de asociaciones agrícolas y comerciales brasileñas y estadounidenses.
Moreno, Bush y Rodrigues señalaron que la iniciativa buscará promover el conocimiento sobre los beneficios de los combustibles renovables para las economías de América e impulsar la creación de un mercado continental para el etanol. La comisión respaldará la investigación y el diálogo sobre políticas con el objetivo de promover la inversión extranjera y nacional en combustibles renovables e infraestructura relacionada.
“Esta iniciativa complementa a la actual estrategia del BID para ayudar a los países que desean diversificar sus fuentes de energía, reducir su dependencia de combustibles importados y expandir el uso de energía renovable”, dijo Moreno. “El etanol representa una oportunidad especialmente prometedora para algunos de nuestros países miembros, y estamos dando asistencia técnica a varios gobiernos que están sentando las bases para desarrollar programas de etanol”.
Moreno citó como ejemplo un informe financiado por el BID a solicitud del gobierno de México, con el fin de determinar la viabilidad de lanzar una industria interna de biocombustibles. El informe, publicado a comienzos de este mes, encontró que México tiene el potencial de reemplazar con etanol el 10 por ciento de su consumo interno de gasolina, plantando caña de azúcar en zonas marginales que no se utilizan actualmente para cultivos alimenticios. En este escenario, México podría generar aproximadamente 400.000 puestos de trabajo en zonas rurales y ahorrar cerca de 2.000 millones de dólares anuales que actualmente se gastan para importar gasolina y productos relacionados.
“El etanol tiene el potencial de atraer inversión, generar empleos e impulsar el desarrollo en zonas rurales deprimidas”, agregó Moreno. “Un mercado dinámico de etanol tendría la ventaja adicional de fortalecer la cooperación comercial y energética entre América Latina, el Caribe y Estados Unidos”.
Moreno dijo que para enfocar mejor sus actividades en este sector, el BID ha lanzado una Iniciativa de Energía Sostenible y Cambio Climático que se centrará en cuatro áreas:
- Ayudar a países miembros que deseen explotar oportunidades para energía renovable y mejorar su eficiencia energética.
- Acelerar el desarrollo de las nuevas industrias de biocombustibles, ayudando a los gobiernos con estudios de factibilidad, desarrollo de políticas, adopción de tecnología y financiamiento especializado.
- Expandir rápidamente el uso del financiamiento de carbón en la región mediante el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto, ayudando simultáneamente a los gobiernos a eliminar las barreras a las inversiones en energía renovable.
- Facilitar la adopción de estrategias integrales de mitigación y adaptación en países vulnerables al impacto del cambio climático.
Moreno añadió que el BID mantiene conversaciones con autoridades del gobierno brasileño respecto al posible financiamiento para ampliar la producción de etanol en el país, construir infraestructura vial y de procesamiento necesaria para aumentar la exportación de etanol y transferir tecnología y conocimientos técnicos brasileños a otros países con potencial de producir etanol.
El BID ha prestado 17 mil millones de dólares para proyectos de energía en América Latina y el Caribe desde el inicio de sus operaciones en 1961. La mayoría de éstos se ha concentrado en la generación eléctrica, pero el Banco también ha financiado programas de energía geotérmica, eólica y solar, además de proyectos de producción limpia y de gases generados por rellenos sanitarios. Hace más de 25 años el BID ayudó a financiar las primeras etapas del programa pionero de biocombustibles de Brasil.