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Presidente del BID insta al sector privado a considerar a la responsabilidad ambiental como una oportunidad y no un escollo

NUEVA ORLEANS -- Las empresas privadas no deberían ver la responsabilidad ambiental como una carga sino como una oportunidad para incrementar su competitividad y sentar una sólida base social para un desarrollo económico sostenible, afirmó hoy el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique V. Iglesias.

"El sector privado se está distanciando de la visión tradicional bajo la cual los requisitos ambientales eran vistos como costos que reducían los márgenes de ganancias", dijo Iglesias en la apertura de un seminario sobre las empresas y el medio ambiente. "Hay muchos vínculos positivos entre la competitividad y un mejor desempeño ambiental".

Asimismo, la cooperación del sector privado en la protección del medio ambiente tendrá un importante impacto en los esfuerzos por reducir la pobreza en la región, agregó. "Los problemas ambientales golpean de una manera desmedida a los pobres en zonas urbanas, los campesinos y los grupos indígenas", señaló. Las medidas para mejorar el saneamiento y reducir la contaminación generada por el tránsito vehicular ayudarán a mejorar la calidad de vida en las ciudades; una mejor administración de los recursos naturales elevará los niveles de vida en las zonas rurales.

En el seminario, celebrado en conjunción con la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, participaron dirigentes de empresas, del sector público y de fundaciones privadas.

Iglesias mencionó varios programas innovadores financiados por el Banco que concitan el apoyo del sector privado para promover la sostenibilidad ambiental. Uno de ellos es el programa de desarrollo sostenible de la provincia panameña de Darién, donde, a la misma vez que se está pavimentando la única ruta de acceso, se están tomando medidas que involucran a los campesinos, a los empresarios y a grupos indígenas para mejorar las condiciones sociales y ampliar las oportunidades económicas, al mismo tiempo que se protege el medio ambiente. En la Amazonía brasileña, un programa financiado por el BID promoverá el ecoturismo como medio para promover la preservación de la biodiversidad y las áreas naturales.

En el discurso central del seminario, el presidente del conglomerado industrial mexicano Grupo IMSA, Eugenio Clariond Reyes, instó a los gobiernos a crear condiciones bajo las cuales el sector privado puede operar de una manera sostenible y ambientalmente responsable.

"No hay duda de que nuestro mayor desafío como empresarios es la generación de riqueza, empleos y oportunidades", aseveró Clariond, quien también preside el Consejo Empresarial Latinoamericano para el Desarrollo Sostenible. El ejecutivo mexicano reconoció que en el pasado las industrias crearon serios problemas ecológicos. "Ya hemos cometido suficientes errores como para entender que debemos hacer las cosas de otra manera", señaló.

Pero para cambiar el rumbo, las empresas deben recibir señales adecuadas de los gobiernos, agregó. Clariond criticó los sistemas fiscales que recargan impuestos sobre las cosas que benefician a la gente, tales como el salario, el ahorro y la creación de capital. Luego, dijo, los gobiernos usan esos mismos ingresos para subsidiar el consumo de combustibles, el uso de agua potable y la utilización de pesticidas.

"Es casi imposible esperar un uso y una preservación responsable de nuestros recursos naturales cuando su uso está siendo subsidiado", afirmó Clariond. "Jamás debemos olvidar que un subsidio es una invitación al sobreuso. Subsidiar el uso del agua y de los hidrocarburos, y luego esperar que la gente limite su consumo, es ingenuo y totalmente falto de realismo. Por otra parte, esperar que la gente invierta en eficiencia ecológica al mismo tiempo que se penaliza la inversión de capitales mediante los impuestos es igualmente contradictorio".

Clariond concluyó instando al BID a desempeñar un papel protagónico en la promoción del desarrollo sostenible, exhibiéndolo como una prioridad para los gobiernos de la región. "¿Cuántos gobiernos latinoamericanos traducen la retórica ambiental en verdaderas decisiones económicas? Ese es el tema, y ciertamente es uno donde el BID puede ejercer gran influencia", afirmó.

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