El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un nuevo préstamo de US$100 millones para continuar apoyando a Panamá en los procesos de reducción de su vulnerabilidad ante desastres naturales y los efectos del cambio climático.
El programa está diseñado para mejorar la gestión de riesgos, reducir eventuales pérdidas económicas causadas por fenómenos naturales, y colocar al país en una posición de ventaja frente a la adaptación al cambio climático.
Se estima que Panamá podría incurrir en pérdidas equivalentes a entre 5,4 por ciento y 9,0 por ciento del PIB, según el Índice de Déficit por Desastres (IDD), que analiza la capacidad económica de un país para hacer frente a eventos catastróficos que ocurren cada 100 años o más. En tal caso, el país no contaría con recursos propios suficientes para afrontar las pérdidas y realizar la reconstrucción de la infraestructura afectada.
El programa incluye fortalecer al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para desarrollar una estrategia financiera que incluya el dimensionamiento de un fondo de reservas que permita una cobertura adecuada para eventos recurrentes. También incluye la formulación de políticas y planes de gestión de riesgos que contribuyan a mejorar los indicadores que miden el desempeño del país en este sector.
Han contribuido a la creciente vulnerabilidad de Panamá el crecimiento urbano acelerado, el desarrollo de infraestructura en zonas de riesgo, el cambio intensivo en el uso de la tierra y la degradación ambiental de las cuencas hidrográficas. Se destaca la vulnerabilidad económica de sectores como la agricultura y el turismo, así como de la cuenca del Canal de Panamá.
En la última década, el Gobierno de Panamá realizó ocho declaraciones de emergencia. La más reciente, en diciembre de 2010, fue producto de fuertes y prolongadas lluvias que obligaron a cerrar el tránsito por el Canal de Panamá, hecho que solo había ocurrido tres veces en sus 96 años de operación, y que además dejaron a gran parte de la Ciudad de Panamá sin servicio de agua potable por varias semanas. El BID aprobó US$20 millones en abril de 2011 para apoyar al país en la atención a este evento.
Este es el segundo en una serie programática de tres préstamos, cuyo monto total será cerca de US$300 millones. El financiamiento fue otorgado a un plazo de 20 años, con un período de gracia de 3 años y una tasa de interés variable basada en LIBOR.