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A luchar contra la corrupción dentro de las organizaciones internacionales

Las investigaciones internacionales no se encargan de hacer cumplir la ley —encarcelar—, señaló Paul Volcker, Presidente del Comité Independiente Investigador del Programa Petróleo por Alimentos de las Naciones Unidas, sino dar a conocer los hechos, garantizar la transparencia dentro de las organizaciones internacionales. El ex Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos hizo su presentación ante la Sexta Conferencia de Investigadores Internacionales realizada en la sede del BID en Washington, D.C.

Entre los asistentes de la conferencia figuraron más de 70 funcionarios de numerosos bancos multilaterales de desarrollo, incluyendo el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Monetario Internacional, al igual que organizaciones europeas tales como la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), una serie de organismos especializados de las Naciones Unidas y la Interpol.

“La corrupción es el enemigo del desarrollo económico”, explicó. Las organizaciones internacionales solían desempeñar un papel claro pero hoy impera un “cinismo corrosivo” que les ha perjudicado. Si bien el prestigio puede haber mermado, todavía pueden permitirse tener cierta plataforma y la oportunidad de cooperar con los gobiernos locales, añadió Volcker. Las investigaciones de denuncias de fraude y corrupción en las organizaciones internacionales plantean este tema a un nivel de “autoridad moral” y demuestran al público que la corrupción ya no se tapa, insistió.

En la ponencia principal de la conferencia, Volcker observó que los investigadores internacionales podrían tener que enfrentar la oposición de las autoridades políticas, la reticencia de los miembros de las juntas directivas de sus propias organizaciones que están más bien interesados en ejecutar los programas y la falta de colaboración de las autoridades locales.

Los investigadores deberían seleccionar con cuidado los casos que aceptan examinar, aconsejó Volcker, para lograr el máximo impacto, casos que inquieten a los funcionarios corruptos sobre “quién va ser el próximo”. En el Programa Petróleo por Alimentos, por ejemplo, participaron unos 4.000 contratistas, muchos de los cuales posiblemente infringieron los reglamentos, dijo Volcker, pero a quienes no se pudo investigar en su totalidad. Los investigadores tuvieron que escoger los casos más desmesurados.

Otro elemento clave es el claro apoyo institucional, según Volcker. En la investigación del Programa Petróleo por Alimentos, por ejemplo, insistió en el hecho de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución acerca de la investigación orientada a otorgar a su comité “autoridad moral”. Y la decisión del Consejo de Seguridad fue un “factor importante”en lograr la colaboración de algunos países, informó.

Los investigadores internacionales se encuentran en una situación extraña, observó Volcker, ya que si bien desde el punto de vista conceptual se encuentran del “lado de los buenos”, no siempre se les acoge bien debido a la “natural resistencia burocrática” hacia lo que consideran demasiada vigilancia. Sin embargo, el personal debería comprender que los investigadores trabajan en defensa de los mejores intereses de la organización, lo cual necesita reconocerse como algo “por encima de toda sospecha”.

El presidente del BID Enrique V. Iglesias inauguró la reunión afirmando que “la corrupción agota a nuestras instituciones y socava los cimientos económicos del crecimiento sustentable. La corrupción distorsiona el imperio mismo de la ley y amenaza nuestro compromiso de construir sociedades democráticas, prósperas y equitativas”. Reafirmó el compromiso del Banco de ayudar en las investigaciones y proteger a las personas que denuncian prácticas corruptas en la institución.

Steven Zimmermann, Jefe de la Oficina de Integridad Institucional (OII) del BID, que organizó la conferencia, anotó la forma en que ha crecido esta oficina en seis años. Atribuyó su crecimiento al reconocimiento por parte de las organizaciones internacionales de la importancia que reviste la integridad interna y la lucha anticorrupción para la agenda de desarrollo. La conferencia también contribuye a fomentar la confianza y mejorar la práctica, añadió.

La OII es la unidad central encargada de recibir e investigar acusaciones de actividades corruptas o fraudulentas o de comportamiento poco ético en relación con las actividades financiadas por el Banco o con el personal del Banco. También ayuda a prevenir la corrupción educando y capacitando. La OII es una unidad independiente dentro del Banco, cuyo Jefe depende directamente del Presidente. La OII publicó en fecha reciente su Informe Anual titulado “On Building Awareness, Investigation Allegations, and Taking Action against Corrupt Practices” .

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