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Latinoamericanos en EE.UU. enviarán US$ 30.000 millones a sus países de origen en 2004

Inmigrantes latinoamericanos en los Estados Unidos enviarán unos 30.000 millones de dólares a sus países de origen en el 2004, según datos difundidos hoy por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo.

El cálculo se basó en información del censo estadounidense y los resultados de una encuesta sin precedentes entre latinoamericanos en 37 estados y el Distrito de Columbia. De los 16,7 millones de adultos nacidos en América Latina que viven en los Estados Unidos, unos 10 millones envían dinero periódicamente a sus familias.

Los resultados presentan un perfil de estos inmigrantes, cuyas remesas exceden por mucho toda la asistencia externa donada a sus países por naciones industrializadas. Estas transferencias de dinero suelen llegar a hogares de bajos ingresos, elevando el nivel de vida de millones de latinoamericanos.

Al mismo tiempo que miles de millones de dólares fluyen al sur de las fronteras de los Estados Unidos, los inmigrantes latinoamericanos contribuyen unos 450.000 millones de dólares a la economía estadounidense, en muchos casos en trabajos rechazados por otros. Tomado en conjunto, el producto de esta población representaría la tercera economía latinoamericana, luego de la brasileña y la mexicana.

“El crecimiento dramático de las remesas internacionales es testimonio del trabajo duro y los esfuerzos de inmigrantes que anhelan una vida mejor para si mismos y sus familias”, comentó el gerente del FOMIN, Donald F. Terry, en una conferencia de prensa celebrada en el National Press Club de Washington.

“Asimismo reflejan una creciente integración de mercados laborales que cruza las fronteras, dada por la necesidad en las economías desarrolladas de la labor y la dedicación de trabajadores de otros países”, agregó Terry.

Datos y conclusiones

La encuesta sobre remesas realizada para el FOMIN por la empresa Bendixen & Associates de Miami presenta la primera descripción detallada de cuánto dinero sale de cada estado. Estos datos reflejan los patrones de inmigración latinoamericanos dentro de los Estados Unidos.

Los datos indican que, si bien los estados con grandes poblaciones de origen latinoamericanos siguen siendo las principales fuentes de remesas a la región, significativas sumas están saliendo de estados que habitualmente no se asocian con la inmigración hispana.

California (US$ 9.610 millones), Nueva York (US$ 3.561 millones), Texas (US$ 3.182 millones) y Florida (US$ 2.450 millones) encabezan la lista, pero Georgia (US$ 947 millones), Carolina del Norte (US$ 833 millones) y Virginia (US$ 586 millones) figuran entre los primeros 10 estados.

Durante la última década, industrias como la avícola, frigorífica, hoteles y restaurantes y la construcción atrajeron a millones de latinoamericanos a estos estados alejados de las fronteras y a otros en el centro de los Estados Unidos. Como resultado, la región compuesta por los estados de Virginia y Maryland y el Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense, son fuente de más de 1.000 millones de dólares al año en remesas hacia América Central y México.

En promedio, los inmigrantes latinoamericanos envían dinero a sus países mensualmente, típicamente en cantidades entre 150 y 250 dólares. A diferencia de sondeos previos sobre remesas, esta encuesta halló un gran número de personas que envían dinero más de una vez por mes, probablemente un reflejo de la caída en los costos de estos servicios.

Los latinoamericanos en los estados “no tradicionales” son más propensos a enviar remesas que aquellos en los estados que tradicionalmente se asocian con la inmigración hispana. Una relación similar se registra entre los recién llegados y los inmigrantes más asentados. De todas maneras, la mayoría de las personas que respondieron a la encuesta dijeron que han estado enviando dinero durante más de cinco años.

Casi ocho de cada 10 personas que envían dinero a América Latina utilizan empresas de remesas. Otros recurren a correos informales conocidos como “viajeros” o a bancos y cajas de crédito. Apenas la mitad de los inmigrantes latinoamericanos en los Estados Unidos tienen cuentas bancarias.

Según sus respuestas, 24 por ciento de los entrevistados eran ciudadanos estadounidenses, 39 por ciento eran residentes legales y 32 por ciento indocumentados. La encuesta se basó en 3.802 entrevistas telefónicas realizadas entre enero y abril. Los estados y el distrito incluidos en el ejercicio comprenden a más de 99 por ciento de la población de latinoamericanos adultos en los Estados Unidos. La encuesta no cubrió a inmigrantes haitianos o caribeños de habla inglesa.

FOMIN y remesas

El FOMIN, un fondo autónomo administrado por el BID que apoya el desarrollo del sector privado y mercados más eficientes en América Latina y el Caribe, ha estado estudiando el fenómeno de las remesas desde el 2000 para analizar su impacto económico y social en la región.

En un principio, las investigaciones se concentraron en las grandes comisiones que debían pagar los inmigrantes latinoamericanos para enviar dinero a sus países de origen. En los últimos años la competencia entre proveedores de servicios, incluyendo grandes bancos comerciales, y las innovaciones tecnológicas han ayudado a bajar esos costos considerablemente.

En la actualidad, el FOMIN financia proyectos para ayudar a cajas de ahorro y crédito e instituciones microfinancieras latinoamericanas a ingresar al mercado de las remesas mediante alianzas con proveedores de servicios en países industrializados y mejorando su equipamiento tecnológico.

Las remesas pueden brindarle a estas instituciones una fuente alternativa de ingresos para ampliar sus préstamos a micro y pequeñas empresas, así como para ofrecer a las familias que reciben remesas más opciones para concretar ahorros e inversiones.

Según Terry, las remesas podrían ser una llave a la “democracia financiera” en América Latina, donde la banca tradicionalmente ha estado abierta casi exclusivamente a clientes de mayores ingresos.

 

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