La solicitud parecía muy simple: encontrar varias toneladas de cloro granulado y enviarlo a Puerto Príncipe, donde se necesitaban con urgencia para desinfectar el agua potable para los sobrevivientes del terremoto del 12 de enero.
Dominique Bouzerma, especialista del BID en agua y saneamiento en Haití, transmitió la petición a su colega Yvon Mellinger en la sede del Banco en Washington, en la mañana del 20 de enero. Bouzerma estaba llamando en nombre de DINEPA, la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento del Gobierno de Haití , y una de las pocas instituciones públicas que sobrevivió al terremoto en forma relativamente indemne.
Normalmente, el cloro granulado es fácil de obtener. Pero en el caos que se desató tras el terremoto, a DINEPA le resultaba imposible obtener incluso suministros básicos.
Por una corazonada, Mellinger llamó a Paulino Turbi, un ejecutivo de la CAASD, la empresa de agua y saneamiento que sirve a la ciudad capital de la República Dominicana. Por la tarde, Turbi ya había encontrado un proveedor a un precio razonable.
Mientras tanto, Ariel Rodríguez, un especialista en adquisiciones de la oficina del BID en Haití, preparó una orden de compra de emergencia, y Mariela Antiga, especialista financiera en la misma oficina, procesó los arreglos de pago.
Turbi proporcionó también algunos camiones para transportar el cloro a la frontera entre la República Dominicana y Haití, desde donde fue finalmente trasladado en camiones enviados por DINEPA.
El 22 de enero, menos de 48 horas después de la llamada de Bouzerma a Mellinger, el cloro llegó a Puerto Príncipe.
El traslado requería una estrecha coordinación y comunicación constante entre decenas de personas, algo que se ha convertido en una norma de trabajo del BID con sus socios del Gobierno de Haití en la colosal tarea de responder con eficacia al terremoto.
"Más que cualquier otra cosa", dijo Corinne Cathala, una especialista en agua y saneamiento en la sede del BID que está ayudando con las acciones de respuesta para Haití, "lo que el Gobierno de Haití está pidiendo de nosotros es ayuda con la logística, la coordinación y las comunicaciones." Aunque muchos de los empleados de DINEPA han perdido a sus seres queridos durante el terremoto, la agencia ha estado trabajando sin interrupción desde el 13 de enero, realizando una evaluación preliminar de los daños y estableciendo una lista de prioridades de los equipos que se necesitan con urgencia, así como de los suministros.
En la lista prioritaria se encuentran unos tanques grandes y plegables de agua que DINEPA necesita para almacenar agua en los puntos de distribución de emergencia. En lugar de tratar de encontrar cientos de estos tanques, discutiendo su precio para luego comprarlos, DINEPA pidió al BID encargarse de ese proceso.
La división de Agua y Saneamiento del Banco envió consultas a otros servicios públicos en la región y ha estado en estrecha coordinación con la AECID (la agencia de ayuda internacional del Gobierno español), con la cual ya se ha co-financiado un amplio programa de donaciones destinadas para encarar los problemas de agua y saneamiento en Haití. Después de revisar las sugerencias de estos y otros asociados, el BID y la AECID lograron adquirir tanques de agua y otros equipos que ya están programados para ser transportados en avión desde Madrid a Puerto Príncipe el 8 de febrero.
Mientras tanto, en Puerto Príncipe , Bouzerma está trabajando con los técnicos e ingenieros de DINEPA y con voluntarios de Francia y Holanda para completar una evaluación más exhaustiva de los daños al sistema de agua y saneamiento.
Esta evaluación servirá de base a los planes de reconstrucción a mediano y largo plazo.