Tres de cada cinco habitantes de América Latina y el Caribe no alcanza a los 30 años de edad. El futuro de la región nunca ha dependido más de una determinada generación como en la actualidad. El BID, a través de varias actividades en conmemoración del Día Mundial de los Servicios Juveniles reconoce la importancia de la participación de los jóvenes en la consolidación de democracias estables, economías sostenibles, y una sociedad fundada en la equidad a lo largo de la región.
”Existen pocas inversiones tan efectivas como el brindar a los jóvenes la oportunidad de contribuir a sus comunidades a través del servicio voluntario”, expresó el presidente del BID, Enrique V. Iglesias, al conmemorar la ocasión. “Insto a la población y los grupos de la región a que aprovechen el Día Mundial de los Servicios Juveniles para resaltar la importancia de la asociación entre los jóvenes y los adultos, como también entre las organizaciones juveniles y los sectores público y privado en la formación de una juventud y de comunidades sanas y vigorosas”.
Recientes estudios indican la necesidad de dinamizar los programas de voluntariado y de servicio cívico en la región. En un seminario realizado durante la Reunión Anual del BID celebrada este año en Lima, Perú, se analizó la función de los jóvenes en esos programas, y más de mil participantes acordaron maneras de promover el capital social a través del empresariado y el trabajo voluntario.
Asimismo, bajo los auspicios del Programa de Diseminación y Desarrollo Juvenil, creado por el Banco en 1995, los participantes del seminario trabajaron conjuntamente con la población local en la reforestación y reparación de áreas forestales y recreativas. Este programa no sólo busca concienciar a los jóvenes líderes políticos y económicos de la importancia de su participación en el desarrollo comunitario sino que también promueve dicho desarrollo con una participación más activa de los jóvenes de América Latina.
Unos días antes, durante un evento realizado en la sede del Banco en Washington, D.C., el Dr. Michael Sherraden, profesor de desarrollo social, resaltó la importancia del voluntariado y del servicio cívico como herramientas para el desarrollo socioeconómico. El interés de Sherraden se centra en la contribución de las políticas sociales al crecimiento económico, y resaltó las maneras en que el voluntariado y el servicio cívico pueden contribuir de manera más efectiva a reducir la pobreza, a través de estrategias que refuercen a los servicios juveniles.
Los estudios realizados por el experto demuestran la creciente tendencia del voluntariado y el servicio cívico a incidir en las áreas sociales. Las evidencias muestran que los voluntarios tienden a tener mejor educación y desarrollar más destrezas, como también a tener más confianza en sí mismos, un mejor entendimiento de su cultura, y un mayor desarrollo de sus deberes ciudadanos.
Acorde a un estudio publicados en marzo de 2004 por el Instituto de Servicios Globales y el Centro para el Desarrollo Social de la Universidad Washington en St. Louis, Missouri, “el voluntariado es una de las muchas estrategias que se pueden usar para analizar los objetivos socioeconómicos de un pueblo, y el servicio cívico representa un área que merece mayor y más detenida atención”.