Con gran tristeza el Banco Interamericano de Desarrollo informa que el 12 de marzo, falleció en la ciudad de México, don Antonio Ortíz Mena, distinguido Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo entre 1971 y 1988, totalmente entregado y devoto a una región con la que se sentía profundamente identificado y a la que sirvió apasionadamente
Con enorme pesar, Luis Alberto Moreno, el Presidente actual del BID, destacó que "don Antonio fue un artífice del desarrollo y crecimiento del BID y también un funcionario público ejemplar en México".
El Presidente Ortíz Mena, natural de Chihuahua, México, abogado de profesión y graduado de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue el segundo en ocupar el puesto de Presidente del Banco, después de Felipe Herrera. Antonio Ortíz Mena estuvo vinculado al BID desde su fundación. En la reunión de ministros de Economía y Finanzas celebrada en Brasil en 1954 que puso en marcha el proceso de creación del Banco, fue el representante alterno de la delegación de México y tuvo una activa participación en las negociaciones. Antes de ingresar al Banco, desempeñó el cargo de Secretario de Hacienda y Crédito Público durante dos sexenios en México, de 1958 a 1970, período conocido como uno de los más prósperos de la economía mexicana. El próximo 16 de abril habría cumplido 100 años de vida.
En su reseña histórica como Presidente del Banco, se le atribuyen muchos méritos, destacándose entre ellos: La Declaración de Madrid, la cual permitió la incorporación de países fuera del Hemisferio Occidental, lo que trajo como resultado el incremento de los recursos financieros del BID, como también un aumento de países socios de 23 a 44, incluyendo 15 países europeos, Israel y Japón. También ingresaron durante su período Canadá y varios países anglófonos del Caribe.
Los préstamos del Banco se incrementaron 10 veces, pasando de US$ 4.000 millones en 1970 a US$ 40.000 millones en 1987. Los recursos del capital ordinario aumentaron de US$ 2.400 millones a US$ 34.000 millones. Para el Presidente Ortíz Mena fue vital el financiamiento de proyectos empresariales y la cooperación técnica con los países y en el año 1978 se lanzó el primer programa del Banco para microempresas, así como el programa de pequeños proyectos. También se expandió el financiamiento en términos concesionales a los países de menor desarrollo relativo.
Le sobreviven su esposa Martha Salinas de Ortíz Mena, seis hijos, nietos y bisnietos, sumando en total 70 miembros de familia.