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La eliminación de obstáculos a la inversión privada

 

Un ejecutivo de uno de los bancos privados más grandes de Brasil exhortó que su país estimule el crecimiento económico eliminando los obstáculos macroeconómicos a la inversión privada y al desarrollo del mercado de capitales.

 

“Está claro que la inversión en el sector privado es el factor estratégico para alcanzar el crecimiento sostenible en Brasil”, dijo Sergio Zappa, el director ejecutivo a cargo de las Instituciones de Mercados de Capitales y Financiera para União de Bancos Brasileiros S.A. – Unibanco.

 

“El crecimiento supone inversión, ahorros y movilización”, dijo el experto. “El sector público no puede seguir siendo el que lleve la batuta, ya que su capacidad de invertir es pequeña. El reto se encuentra en el sector privado—los mercados de capitales de deuda y el sistema bancario—como emisor de los ahorros internos del país”.

 

Durante un seminario sobre el desarrollo de mercados de capitales ofrecido en la sede del BID en Washington, D.C., Zappa presentó un importante discurso en el que señaló que Brasil requería “romper con el círculo vicioso”, definido por una escasez de capital debido a condiciones macroeconómicas desfavorables.

 

“Debemos atender con rigor todos los frentes simultáneamente”, recalcó el experto. Zappa listó los tres principales obstáculos macroeconómicos a la inversión privada y, en general, al crecimiento económico: deuda excesiva, tasas de interés elevadas e impuestos onerosos.

 

Tras haberse refrenado la inflación en 1994 como consecuencia del Plan Real, la deuda subió del 27 por ciento del PIB al 50 por ciento en 1998. Desde entonces, la deuda se ha mantenido en una proporción elevada, mientras que las tasas de interés reales se dispararon a más del 20 por ciento en la década del 90 antes de caer a una tasa aún elevada de entre el 10 y 12 por ciento entre 1999 y 2003.

 

Con un peso tributario en un 40 por ciento del PIB y reducciones de gasto refrenadas por la ley y la constitución, “estamos más o menos al límite de cualquier solución fiscal a nuestro dilema”, anunció Zappa.

 

Para demostrar la escasez en la inversión de capital en el país, Zappa dijo que los valores de deuda y el crédito bancario en Brasil representan 33,7 por ciento del PIB, en comparación con Europa y Estados Unidos, donde representan 200 por ciento y 181 por ciento respectivamente.

 

Los mercados de capitales de deuda “realmente nunca llegaron a cuajar” en Brasil porque tenían que competir con bonos del estado con vencimiento de un día. Zappa ha denominado éstos como “un monstruo de tres cabezas” que permitió alta rentabilidad, liquidez y “teóricamente ningún riesgo”.

 

Pero en lo positivo, comentó el experto, el balance de pagos de Brasil es sólido y debería alcanzar un superávit de más de US$27.000 millones en 2004. Los ahorros institucionales—fondos bancarios, de pensiones y de seguros—han aumentado del 25 por ciento del PIB en 1998 al 45 por ciento en el 2003, brindando liquidez y recursos de inversiones.

 

Zappa describió los mercados de capitales de Brasil como sofisticados y bien preparados para rendir cuando las condiciones macroeconómicas sean maduras.

 

“Cada vez que se ve bajar las tasas de interés, se ve un traslado a los valores del sector privado y a los valores de largo plazo creando una curva de rentabilidad que deseamos, tanto en los mercados de capitales como en los bancarios”, concluyó Zappa.

 

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