José Soriano está seguro de que en algún momento en el próximo milenio el Internet estará al alcance de los latinoamericanos de toda clase social a un precio aceptable. Pero Soriano no está dispuesto a esperar tanto tiempo.
Este periodista experto en telecomunicaciones es el gerente general de la Red Científica Peruana (RCP) e impulsa un sistema para acercar el Internet a usuarios de recursos modestos en áreas subdesarrolladas.
Ejemplos de su estrategia están en funcionamiento en 27 puntos de todo el Perú. Conocidas como "cabinas públicas", cada una tiene usualmente unas 20 PCs conectadas al Internet que se alquilan por alrededor de US$1 la hora. Las cabinas ofrecen además instrucción, cuentas personales de correo electrónico, desarrollo de página para el World Wide Web y otros servicios.
Las cabinas resultaron ser enormemente populares con gente que no tiene teléfono o medios para comprar una computadora, una categoría de consumidores a la que según Soriano pertenecen más de 95 por ciento de los peruanos.
Quizás lo más notable es que las cabinas dan ganancia. Fundada en 1991 por Soriano y unos amigos, la RCP fue organizada sobre la convicción de que "el Internet revolucionará el acceso a la información", explica Soriano. Pero "queríamos asegurarnos de que las universidades, las ONGs y el ciudadano común podrían tomar parte en esa revolución", agrega.
Soriano y sus asociados crearon la RCP uniendo cuidadosamente idealismo y sentido comercial. La escala de precios que adoptaron cubre los costos y permite la expansión, sin ser exhorbitante. La RCP opera como una entidad autosuficiente sin fines de lucro y ya es el proveedor predominante de acceso al Internet en el Perú.
La RCP es propiedad de 11.500 entidades asociadas que pagan en promedio US$18 al mes por distintos niveles de acceso a la red. Unos 80.000 usuarios individuales registrados pagan derechos aún menores. Tiene 60 empleados y equipos con un valor total de US$2.800.000 y se calcula que en 1997 la RCP recibirá más de US$4 millones de sus usuarios.
Las cabinas de la RCP operan como concesiones. Con una inversión inicial que puede ser de sólo US$2.500, la RCP provee al concesionario calificado computadoras y equipos periféricos y de red por valor de US$60.000. Las concesiones, usualmente parte de sucursales bancarias, cámaras de comercio o empresas pequeñas, asumen responsabilidad financiera por la operación y dependen de lo que recaudan de sus usuarios para pagar a RCP por los equipos y generar un respetable margen.
Los inversores están comenzando a mostrar interés por el concepto. En la Conferencia Informática 2000, que organizó el BID, su Departamento del Sector Privado y Worldtel Ltd., una compañía de inversiones que formula y solventa proyectos de telecomunicaciones en mercados emergentes, anunciaron planes de facilitar a RCP financiamiento para instalar 1.000 nuevas cabinas en todo el Perú, a un costo de US$125 millones. Según Warren Buhler, coordinador de la conferencia, el desembolso de los recursos podría comenzar en los primeros meses de 1998 y el Banco está considerando ofrecer apoyo a un proyecto similar en Argentina.