Aporte no reembolsable del Banco por US$60 millones ayudará a paliar la crisis
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una asistencia no reembolsable de US$60 millones para apoyar a los sectores más vulnerables de Haití frente a la crisis causada por la COVID-19.
La ayuda será administrada por el Fondo de Asistencia Económica y Social (FAES), un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Finanzas, que se encarga de implementar los programas de asistencia social en Haití, donde 59 por ciento de la población vive bajo la línea de pobreza. El FAES está ejecutando otro proyecto del BID, aprobado en 2019 para crear una red de protección a corto plazo para jóvenes vulnerables de zonas urbanas que incluye capacitación laboral y ayuda para conseguir empleo.
Los fondos permitirán dar asistencia a un país que la necesita en forma urgente, ya que su economía, de por sí muy frágil, se ha visto impactada por el coronavirus. Los principales factores externos que repercutirán sobre la economía son el desplome de las remesas –los fondos que envían los haitianos del exterior– y una menor demanda de las exportaciones del país.
“El principal objetivo es dar protección en gran escala y de manera rápida a los sectores sociales más relegados, incluyendo transferencias monetarias”, dijo Nicola Magri, jefe de equipo de proyecto del BID.
La asistencia del BID consta de tres componentes. El primer componente se focaliza en el apoyo a la protección mediante el programa vigente de alimentación escolar, que permite dar comidas a 100.000 alumnos. La intervención aplicará una planificación sensible a la nutrición, sirviendo porciones diarias de frutas y verduras frescas además de proteínas, para que las comidas sean lo más nutritivas posible.
El segundo componente se centra en el apoyo a la protección para la población vulnerable que no se encuentra en los padrones de programas de transferencias y que trabaja en el sector informal. Este componente financiará transferencias de efectivo y en especie a 124.000 hogares vulnerables,
Mediante el tercer componente se dará apoyo a la protección para la población vulnerable que no se encuentra en los padrones de programas de transferencias y que trabaja en el sector formal. Estos fondos financiarán subsidios salariales temporales para los empleados del sector textil, a fin de apoyar niveles mínimos de ingreso y de consumo durante los cierres de fábricas que se necesiten para enfrentar la pandemia.
Además de esta asistencia no reembolsable de US$60 millones, el BID ha reorientado otros US$10 millones en fondos destinados a las áreas de agua y saneamiento, educación, turismo y educación para focalizarlos en el combate contra los efectos de la COVID-19.
Dichos fondos se utilizarán para para ofrecer soluciones para el lavado de manos y acceso a agua en zonas críticas, brindar respaldo a radio y teleescuelas, distribuir alimentos a las familias de estudiantes, apoyar el pago a docentes, respaldar a pequeños actores del sector turístico, y adquirir equipos adecuados de respuesta ante la pandemia.
Acerca del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID también realiza proyectos de investigación de vanguardia, y ofrece asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes de los sectores público y privado en toda la región.