Un grupo de trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo propuso una revisión general del desempeño de la institución como parte de una estrategia destinada a fortalecer sus programas y operaciones para promover el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe.
La revisión propuesta analizará los mandatos y objetivos de la entidad y evaluará si los recursos del Banco se adecuan a los mayores compromisos, las cambiantes condiciones regionales y mundiales, y los nuevos desafíos del próximo siglo, especialmente la creciente importancia de los programas para reducir la pobreza y la inequidad y modernizar el estado.
El Grupo de Trabajo de Estrategia Institucional, compuesto por altos funcionarios del BID y miembros del Directorio Ejecutivo, recomendó también que la administración del Banco prepare un plan de acción para llevar adelante la estrategia propuesta para mejorar la efectividad de la institución. El plan de acción incluiría "una serie prioritaria de iniciativas, objetivos y resultados previstos que guiarán al Banco durante las próximos años".
Este informe de estrategia, que fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco, será presentado a la Asamblea de Gobernadores, la más alta autoridad de la institución, compuesta por ministros de economía y finanzas y presidentes de los bancos centrales de sus 46 países miembros.
Entre sus propuestas, el grupo de trabajo recomendó que el BID mejore su supervisión y evaluación; movilice y consolide mayores recursos para cooperación técnica, tanto para proyectos nacionales como regionales; y prepare una estrategia de recursos humanos. Ante la expectativa de crecientes demandas sobre el Banco en el futuro y los mayores desafíos que representa la globalización, el grupo de trabajo dijo que "el contexto en el que funcionará el BID en los próximos años se caracterizará por una creciente atención pública sobre los problemas de la pobreza y la inequidad, un papel más fuerte del capital privado en el financiamiento de inversiones en la región, una diversificación de su base de clientes, una más amplia y profunda evaluación de la institución, y necesidades sociales acuciantes que no podrán ser satisfechas por meros procesos de mercado o por el financiamiento privado".
El informe destacó la creciente importancia de la participación de la sociedad civil y los gobiernos locales en las actividades del Banco.
El grupo de trabajo señaló entre las tendencias regionales y mundiales recientes que requieren cambios y el fortalecimiento del BID a "una creciente volatilidad en la disponibilidad de capital privado como fuente de financiamiento externo de la región; la aceleración del ritmo del cambio tecnológico" y "las emergentes demandas de trabajo de alta complejidad en las áreas de reforma del sector social y modernización del estado".
El BID, el mayor y más antiguo banco de desarrollo regional, ha movilizado financiamiento para proyectos y programas que representan una inversión total de más de 240.000 millones de dólares desde que la institución comenzó sus operaciones en 1961.