GUATEMALA- Los países de América Latina deben aumentar su desarrollo de recursos de energía renovable y mejorar su eficacia energética para asegurar su futuro desarrollo y la capacidad de satisfacer las demandas de las mayorías de menor ingreso, dijo hoy el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.
A diferencia de las discusiones generadas por la crisis energética de los años 70, los países de la región se encuentran hoy en el centro del actual debate sobre el tema, tanto por su creciente necesidad de energía como por el papel potencial de algunos países latinoamericanos como importantes abastecedores de alternativas a los combustibles fósiles, agregó.
Moreno habló en la inauguración del seminario “Energía Sostenible para el Desarrollo Sostenible” auspiciado por el gobierno de Alemania bajo el marco de la 48va Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID que se realiza en Ciudad de Guatemala. Las sesiones formales empiezan el lunes 19 de marzo.
El presidente del BID cuestionó a quienes sostienen que el interés que existe actualmente en la energía renovable es un fenómeno pasajero.
Primero, dijo Moreno, los avances tecnológicos han disminuido los costos de las fuentes de energía renovable. En el caso de la energía solar se han reducido de 200 dólares a 3 dólares por vatio instalado. En 2008 el estado mexicano de Oaxaca pondrá en operación una planta cólica de 250 megavatios, mientras que Brasil está construyendo dos proyectos de energía eólica con una capacidad de generación combinada de 425 megavatios.
Más aún, dijo Moreno, no sólo Brasil sino también otros países en la región tienen un considerable potencial para producir etanol y otros biocombustibles.
En segundo lugar, agregó, hay un consenso creciente sobre los peligros del calentamiento mundial, que podría afectar gravemente a los países latinoamericanos. En respuesta a esta amenaza, ya doce países tienen o están en proceso de adoptar metas para el uso de biocombustibles, añadió.
Moreno describió una nueva iniciativa del BID por la cual el Banco ayudará a eliminar los obstáculos para la generación y uso de energía renovable y también trabajará para desarrollar mecanismos mediante los cuales las entidades de países industrializados reciban crédito por financiar proyectos que reduzcan las emisiones de gas con efecto invernadero en América Latina.
La ministra de Energía y Minas de Guatemala, Carmen Urizar, dijo durante su intervención que su gobierno ha aceptado el reemplazo gradual de combustibles fósiles por energía renovable. Agregó que el acceso a la energía es crucial en países donde un gran porcentaje de la población tiene necesidades que no han sido satisfechas. “Eliminar la pobreza es el objetivo prioritario de nuestra política energética”, agregó.
Una representante del gobierno alemán dijo a los participantes del seminario que un objetivo clave de la Unión Europea es la adopción de la energía sostenible. Pero que era necesaria una acción temprana para evitar un “enorme daño”, dijo Karin Kortmann, Secretaria de Estado Parlamentaria del Ministerio Federal de Desarrollo Económico y Cooperación (BMZ) de Alemania y gobernadora del BID.
Kortmann admitió que América Latina sólo genera 4 por ciento de la emisión mundial de gas de efecto invernadero. Pero que sin embargo el esfuerzo por la energía renovable es crucial a la región por su vulnerabilidad a los cambios climáticos. Mas aún, agregó, una política energética progresista es también políticamente necesaria en la región como una forma de asegurar independencia energética y como precondición necesaria para reducir la pobreza.
Según Kortmann, Alemania es uno de los líderes mundiales en la generación de energía solar, energía eólica y de biocombustibles.
Se espera que la demanda de energía en América Latina aumente un 75 por ciento para el año 2030, y la capacidad de generación eléctrica necesitará aumentar un 144 por ciento. Los estudios indican que para esa fecha las fuentes energéticas tales como la eólica, la hidroeléctrica y la geotérmica podrían satisfacer del 23 al 47 por ciento de la demanda de energía eléctrica de la región.
Por segundo año consecutivo, la Reunión Anual del BID es un evento cuyas emisiones de gas de efecto invernadero son neutralizadas. En un evento con emisiones neutras, los gases de efecto invernadero que se generan y que no se pueden reducir por otros métodos se compensan mediante la compra de reducciones de emisiones. Estas emisiones se calculan en base al desplazamiento aéreo y local de cada participante, así como en el alojamiento local y en lo que se produzca en el sitio de la conferencia.
El BID neutraliza estas emisiones financiando un proyecto para construir una pequeña planta hidroeléctrica, sin necesidad de usar una represa, para ayudar a mejorar la calidad de vida de comunidades indígenas que bien en la zona de Vaupés en Colombia, cercana a la frontera con Brasil.