El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo realizará una mesa redonda el lunes 12 de mayo en Quito, Ecuador sobre el impacto económico y social de las remesas de dinero enviadas por emigrantes de países de la Región Andina.
Las remesas se han convertido en una fuente clave de capital para América Latina y el Caribe. Según el FOMIN, el año pasado la región recibió unos 32.000 millones de dólares enviados por sus emigrantes, principalmente desde países industrializados. De ese total, unos 5.500 millones de dólares fueron enviados a los países andinos: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
La mesa redonda de Quito, que se celebrará en el hotel Marriott, congregará a autoridades del gobierno, representantes de la banca y de organismos internacionales y expertos en economía, migraciones y opinión pública. Participaría en la apertura la ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Nina Pacari Vega Conejo, junto a la representante del BID, Dora Currea, y el gerente del FOMIN, Donald F. Terry.
Un estudio sobre cómo se utiliza en Ecuador el dinero enviado por sus emigrantes, basado en un sondeo entre beneficiarios de remesas, será presentado por el encuestador Sergio Bendixen, de la firma Bendixen & Associates de Miami, y por el director del Pew Hispanic Center de Washington, Roberto Suro.
Andrés Solimano, asesor regional de la CEPAL, hará una presentación sobre el mercado de las remesas en la Región Andina. El director del servicio de estudios de Caja Murcia, Joaquín Aranda, presentará un trabajo sobre las remesas desde España a América Latina. Por último, banqueros de Ecuador, España y los Estados Unidos analizarán el impacto de estos flujos de capital para el sistema financiero ecuatoriano.
El FOMIN, un fondo autónomo administrado por el BID, apoya el desarrollo del sector privado en América Latina y el Caribe mediante inversiones y donaciones. Entre otras actividades, lleva adelante programas para reducir los costos de las remesas a través del estímulo a la competencia entre prestadores de servicios y el apoyo a entidades financieras que trabajan con personas de bajos ingresos, como las cooperativas de ahorro y las instituciones de microcrédito.
En el caso de Ecuador, el FOMIN fomentó vínculos entre bancos ecuatorianos y cajas de ahorro españolas para facilitar el envío de remesas y abaratar su costo. La competencia generada gracias a dichos acuerdos llevó a una abrupta caída en los precios de los servicios de transferencia de dinero desde España.