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Fondo del BID dona un millón de dólares para mejorar competitividad de cadenas agro-alimentarias del Valle Central de Tarija, Bolivia

El Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de un financiamiento de 1.050.000 dólares para impulsar el desarrollo competitivo del Valle Central de Tarija, mediante la integración de cadenas agro-productivas y de servicios para promover productos especializados como parte de una estrategia de desarrollo económico local.

“El valle concentra gran parte de la actividad agroalimentaria de Tarija”, dijo el jefe de equipo del BID Claudio Cortellese. “La economía tarijeña creció entre 7% y 9% anual durante el período 2000-2004, debido principalmente al vigoroso sector de hidrocarburos.  Los sectores agropecuario y de alimentos, que representan cerca del 15% del producto regional, no se ha desarrollado lo suficiente. El sector de hidrocarburos no emplea a mucha gente ni crea muchas oportunidades para nuevas empresas”. 

“El proyecto promoverá la capacidad empresarial y mejorará el desempeño competitivo de las pequeñas y medianas empresas agroindustriales dedicadas a productos de especialidad como vino y uva, bayas, jamón, miel y queso de cabra”, explicó Cortellese. “Consolidará el clúster agro-alimentario como uno de los ejes de desarrollo de la región, que podrá fortalecer el potencial de desarrollo del valle mediante el apoyo al turismo y a otras actividades ligadas a este grupo”.

El proyecto contribuirá al desarrollo sostenible creando empresas y oportunidades de empleo para la población local.

La producción de uva de Tarija, la principal actividad agrícola del valle, equivale a tres cuartos de la producción total de uva en el país. Más de 70 por ciento de la uva de Tarija se destina a producción de vino y el resto para consumo interno.

La particular característica de las uvas y vinos de Bolivia es que se producen a gran altura: sus viñedos y bodegas se ubican entre 1.600 y 2.800 metros sobre el nivel del mar.  La industria sostiene a más de 2.000 familias de pequeños agricultores, organizadas en 39 comunidades y cada temporada de cosecha se emplea a más de 10.000 personas. Sólo el 2 por ciento de la producción vitivinícola tarijeña se destina a la exportación.

El proyecto se centrará en crear mayor conciencia en las empresas para reforzar la articulación agroindustrial en el valle, implementando iniciativas de interés público-privado para la competitividad y para aumentar el valor de las exportaciones agro-alimentarias mediante mejoras en la calidad de los procesos de producción, especialmente entre productores de pequeña escala.

La entidad a cargo del proyecto será la Fundación para el Desarrollo Tecnológico Agropecuario de los Valles (FDTA-Valles), una institución privada que apoya el desarrollo agropecuario sostenible mediante innovación y modernización tecnológicas. La fundación es una entidad operativa del Sistema Boliviano de Tecnología Agropecuaria y la dirige una asamblea de 40 instituciones, miembros activos que representan a los sectores público y privado.

El Fondo Multilateral de Inversiones es un fondo autónomo administrado por el BID, que provee donaciones, inversiones y préstamos para promover el crecimiento del sector privado, la capacitación laboral y la modernización de la pequeña empresa en América Latina y el Caribe.

El financiamiento para estas operaciones procede del Fondo de Inversión para la Pequeña Empresa de FOMIN y de la Facilidad de Promoción de la Pequeña Empresa. El financiamiento de contraparte local para el proyecto suma 1,5 millones de dólares.

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