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Falta de coordinación en poder ejecutivo afecta entrega de servicios a ciudadanos: estudio BID

Los líderes de los poderes ejecutivos en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe carecen de mecanismos adecuados de coordinación, supervisión y monitoreo para asegurar un efectivo cumplimiento de las promesas de campaña y de otros servicios, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El estudio es el primero de su tipo que analiza las capacidades de las entidades en las administraciones públicas – conocidas como “centros de gobierno” o “núcleos estratégicos” – encargadas de coordinar la enorme maquinaria burocrática del gobierno.

Dichas entidades con frecuencia están ubicadas en las oficinas de la presidencia, primer ministro y, a un nivel subnacional, de los gobernadores y alcaldes. Ejemplos incluyen la Oficina de Presupuestos y Gestión de la Casa Blanca (OMB, por sus siglas en inglés), la Casa Civil en el gobierno federal brasileño y la Oficina de la Presidencia en México.

Las funciones de estos “centros de gobierno” son cada vez más críticas para gobiernos que se encuentran bajo presión de entregar mejores servicios. Temas como la inclusión social, la creación de empleo o la seguridad ciudadana involucran a varias instancias de la administración pública y necesitan una respuesta integral del gobierno. La creciente demanda de los ciudadanos para un mejor servicio público pone de relieve la importancia de fortalecer la capacidad de los gobiernos de entregar resultados.

El informe – Gobernar para Cumplir con los Ciudadanos: El Rol del Centro de Gobierno en América Latina y el Caribe – analiza la literatura existente para establecer estándares de desempeño y utilizó resultados de una encuesta a funcionarios y expertos de 17 países de América Latina y el Caribe, para establecer cómo estas estructuras de coordinación funcionan en la práctica.

Rezagos de la región

En la mayoría de los casos, los países de la región se encuentran rezagados frente a sus pares más desarrollados. Sólo uno de cada tres países en América Latina utiliza sus Centros de Gobierno para sistemáticamente coordinar sus iniciativas inter-ministeriales. Esto contrasta con países desarrollados que integran la OCDE, donde el 97 por ciento de sus países miembros utilizan núcleos estratégicos para coordinar la implementación de iniciativas que involucran varios ministerios.

Esta tendencia hacia el fortalecimiento de los Centros de Gobierno ha existido hace algún tiempo en los países OCDE, especialmente desde la creación en el 2001 de la Unidad de Entrega del Primer Ministro del Reino Unido. Innovaciones parecidas han sido replicadas en otros países europeos y asiáticos, y sólo más recientemente, en algunos países de América Latina y el Caribe. La publicación revisa y analiza las experiencias internacionales más relevantes.

“Los núcleos estratégicos tienden a ser fuertes políticamente en América Latina y el Caribe, por sus conexiones con las presidencias o las oficinas de los primeros ministros”, dijo Carlos Santiso, el jefe de la división de la Capacidad Institucional del Estado del BID. “Sin embargo, en la mayoría de los casos, padecen de debilidades técnicas, lo que causa frustración por parte de los presidentes como por parte de los ciudadanos que consideran los servicios de baja calidad”.

“Este libro mira la forma en que los líderes políticos pueden mejor coordinar, planificar, monitorear y luego comunicar sus prioridades”, agregó Santiso.

El estudio incluye una nueva herramienta de auto-evaluación con 21 indicadores, desde si las prioridades de los gobiernos están alineadas con los presupuestos hasta mecanismos de comunicación y rendición de cuentas.

En un escenario ideal, el Centro de Gobierno tendrá los procesos institucionalizados necesarios para planificar las prioridades y estrategias del período de gobierno del presidente, el poder real para asegurar consistencia y coordinación en el diseño y ejecución de la política a implementarse, y los integrantes con suficiente peso para negociar y lograr la aprobación de los programas gubernamentales.

La publicación fue producida por la división de Capacidad Institucional del Estado del BID, que apoya a los países de América Latina y el Caribe en sus esfuerzos para lograr gobiernos más efectivos, eficientes y abiertos.

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