Conversaciones se centraron en el crecimiento sin precedentes del comercio del Japón con América Latina y el Caribe y en las nuevas oportunidades de colaboración
Luis Alberto Moreno, Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se reunió ayer con Yoshihiko Noda, Primer Ministro del Japón y con Jun Azumi, Ministro de Finanzas de ese país, para considerar las nuevas oportunidades de comercio y cooperación creadas por la prosperidad sin precedentes que se ha alcanzado en América Latina y el Caribe.
Moreno visitó Tokio para presentar la versión en japonés de su libro recién publicado, titulado “La década de América Latina y el Caribe, una oportunidad real”, y para intercambiar ideas con representantes del gobierno y de la comunidad.
“Estoy sumamente agradecido por el compromiso que ha demostrado el Japón con el desarrollo de nuestra región y del BID”, dijo Moreno durante su reunión con el Primer Ministro. “Es digno de destacarse que sólo pocas semanas después de los catastróficos desastres naturales de marzo de 2011, en medio de la atención a la emergencia, el gobierno del Japón haya contribuido al Noveno Aumento General de los recursos del Banco”, dijo, refiriéndose al terremoto y tsunami que afectaron gravemente al país.
Moreno manifestó también su esperanza de que el Japón continúe desempeñando un papel fundamental en el futuro de América Latina en el corto plazo, como socio comercial y como fuente de asistencia para el desarrollo y de experiencia tecnológica.
“El Japón tiene muchas expectativas en cuanto al papel que puede desempeñar el Banco en la región de América Latina y el Caribe, contribuyendo a la reducción de la pobreza y abordando problemas mundiales tales como el cambio climático y la prevención de desastres”, dijo el Primer Ministro Noda.
Durante la reunión con el ministro Azumi, Moreno manifestó su convicción de que el creciente dinamismo de la región de América Latina y el Caribe representa una oportunidad única para las empresas japonesas, en la medida que continúan bajando los niveles de pobreza y los mercados locales siguen expandiéndose.
Entre 2005 y 2009, las exportaciones japonesas hacia América Latina y el Caribe aumentaron 34 por ciento, más que las exportaciones a cualquier otra región. Durante el mismo período, las importaciones desde América Latina crecieron 26 por ciento, el segundo porcentaje de crecimiento del volumen comparado con las importaciones desde otras regiones.
“El Japón continuará apoyando al BID y a la región de América Latina y el Caribe”, dijo el Ministro Azumi. Agregó que el Japón ha brindado un firme respaldo a la región, en forma directa y por intermedio del BID. Durante varios años, el Japón ha sido el principal donante asiático para América Latina y el Caribe y es también el país que recientemente ha realizado los aportes más sustanciales a la iniciativa de Ayuda para el Comercio.
Japón es el miembro asiático más antiguo del BID, al que ingresó en 1976. Antes del acuerdo del Noveno Aumento de Capital, el año pasado, el Japón había aportado US$5.050 millones al capital ordinario del Banco y US$592 millones a su Fondo para Operaciones Especiales (FOE). Como parte del Noveno Aumento de Capital, el Japón prometió una contribución de US$3.500 millones al capital ordinario y US$31 millones al FOE. El Japón ha suministrado, asimismo, más de US$333 millones a varios fondos fiduciarios administrados por el BID y ha ayudado a la creación de algunos de los instrumentos más importantes con que cuenta el BID, incluyendo el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN). El Japón ha aportado US$547 millones al FOMIN, entidad que promueve el crecimiento inclusivo por intermedio del desarrollo del sector privado y se concentra especialmente en el microfinanciamiento.
Esta colaboración ha abierto numerosas oportunidades para compañías y firmas consultoras japonesas, además de las posibilidades de co-financiamiento que brindan a los intermediarios financieros japoneses un mejor acceso a los mercados emergentes y la mayor diversificación de sus carteras.
Algunos de los socios japoneses más importantes son el Banco Japonés de Cooperación Internacional (JBIC) y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) que, en conjunto, han aportado más de US$5.000 millones para co-financiamiento de proyectos del BID en América Latina y el Caribe.
“El Japón siempre encontrará un socio estratégico en América Latina”, dijo Moreno durante la presentación de su libro ante un público que incluía embajadores de países miembros del BID en el Japón, autoridades académicas y representantes del sector empresarial y del gobierno. El acto, organizado en conjunto con el Instituto Japonés de Inversiones en el Exterior, se realizó en el auditorio del JBIC. “Las oportunidades en América Latina y el Caribe son reales y presentes”, agregó Moreno, “pero al mismo tiempo, la competencia para aprovecharlas es más grande que nunca”.
En una reunión separada, Moreno dijo a un grupo de miembros del Foro Económico Mundial que existen diferencias considerables entre la realidad de América Latina y el Caribe y las nociones japonesas de esa realidad. Dijo que los logros recientes de la región deben llevar a que se considere a América Latina y el Caribe desde una perspectiva diferente, que ponga énfasis en sus aspectos positivos sin ignorar los negativos y se concentre en las oportunidades.
El JBIC es la rama internacional de la Corporación Financiera del Japón (JFC) y una de las instituciones financieras bilaterales más grandes del mundo. Recientemente, el JBIC puso en marcha la iniciativa de Acción Global de Reconciliación del Crecimiento Económico y la Protección Ambiental (GREEN por su sigla en inglés) a fin de ampliar sus actividades para contrarrestar el calentamiento global.
La JICA, que administra la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) del gobierno japonés, es la agencia bilateral de ayuda más grande del mundo, con operaciones en más de 150 países y regiones y cuenta con alrededor de cien oficinas en el terreno. La organización presta asistencia para el crecimiento económico y social en los países en desarrollo y promueve la cooperación internacional.
El Banco Interamericano de Desarrollo es el banco regional de desarrollo más grande del mundo. Se estableció en 1959 y respalda los esfuerzos de los países de América Latina y el Caribe para reducir la pobreza y la desigualdad fomentando, al mismo tiempo, las inversiones benignas para el medio ambiente y el desarrollo. Además de otorgar préstamos a sus países miembros, el BID también brinda donaciones, asistencia técnica e investigación.