La democracia electoral ha avanzado significativamente en América Latina durante las últimas dos décadas, pero lograr una plena democracia de ciudadanas y ciudadanos es todavía un gran desafío de la mayoría de los países de la región, particularmente para satisfacer las aspiraciones sociales y combatir la pobreza y la desigualdad, dijo Elena Martínez, directora regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
En una presentación realizada en el Foro de las Américas del Banco Interamericano de Desarrollo, Martínez señaló que las encuestas muestran una creciente insatisfacción con la forma democrática de gobierno. Según Martínez, las reiteradas crisis, el lento crecimiento económico y la persistente desigualdad están socavando la confianza en la democracia electoral en la región.
La información y el análisis propuesto por el informe del PNUD Democracia en América Latina busca canalizar el debate sobre los problemas existentes para identificar nuevos enfoques para encarar los desafíos políticos, sociales y económicos y promover una ciudadanía plena para todos.
El presidente del BID Enrique V. Iglesias, quien presentó a Elena Martínez, saludó los progresos logrados por América Latina durante los últimos años para alcanzar un pleno proceso democrático y sostuvo que la democracia está en el centro de las soluciones a los múltiples problemas que encara hoy la región. “Este informe es único en objetividad y coraje”, dijo Iglesias, elogiando el renovado interés por el tema.
Martínez puntualizó la necesidad de fortalecer la democracia en la región en función de los resultados de encuestas de opinión que muestran que solamente la mitad de los latinoamericanos prefieren claramente hoy a la democracia frente a regímenes alternativos.
Los investigadores realizaron también entrevistas a 231 líderes democráticos de América Latina, incluyendo a la mayoría de los presidentes y ex presidentes; 59 por ciento opinó que los partidos políticos no estaban cumpliendo acabadamente su rol.
Martínez explicó que los objetivos de la iniciativa del PNUD eran abrir un proceso de consultas para definir el debate sobre los desafíos de la democracia en América Latina y ayudar a los gobiernos y a los ciudadanos a avanzar en la profundización del proceso democrático.