- La JICA ofrecerá préstamos concesionales de hasta US$1.000 millones
- El acuerdo de co-financiamiento promueve las inversiones en energía renovable y eficiencia energética para mitigar los impactos negativos del cambio climático hasta 2017
COSTA DO SAUÍPE, Brasil – El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) firmaron una modificación de su memorando de entendimiento de 2011 y su acuerdo marco de 2012 para apoyar la energía renovable y la eficiencia energética a fin de mitigar los efectos del cambio climático en Centroamérica y el Caribe. Conforme a esta modificación, el monto de co-financiamiento de la JICA para este programa, conocido como Co-financiamiento para Energía Renovable y Eficiencia Energética (CORE), que hasta ahora ascendía a US$300 millones, aumentará a US$1.000 millones y se ampliará el número de beneficiarios en Centroamérica y el Caribe.
La modificación fue suscrita por el Presidente del BID, Luis Alberto Moreno y el Asesor Especial Principal de la JICA, Kunio Okamura, durante la reunión anual del BID de 2014, en Brasil. La firma tuvo lugar en presencia de Yasuhiro Hanashi, Secretario Parlamentario del Ministerio de Finanzas del Japón.
El programa de co-financiamiento fue el resultado de varios convenios entre el BID y la JICA, el más reciente firmado en marzo de 2012, concentrados en las alianzas estratégicas de energía renovable y eficiencia energética, un componente clave de la respuesta del Banco a la adaptación y mitigación al cambio climático y sus efectos. Conforme a las condiciones del aumento general de los recursos del Banco, acordado por la Asamblea de Gobernadores en 2010, el BID fija un objetivo de asignar de 25 por ciento de su financiamiento total a la adaptación al cambio climático, la sostenibilidad medioambiental y la energía renovable.
Una de las prioridades fundamentales de la JICA es el incremento de la asistencia y el refuerzo de las operaciones relacionadas con la energía sostenible y el cambio climático en América Latina y el Caribe. La tasa de emisiones de gases de efecto invernadero en la región es al presente 12 por ciento, nivel relativamente pequeño pero con previsiones de aumento. Además, la región de América Latina y el Caribe genera más emisiones per cápita de esos gases que otros países en desarrollo, como China y la India.
Desde su establecimiento, en 2012, el CORE ha resultado un mecanismo eficaz de promoción de la energía renovable y la eficiencia energética en América Central y el Caribe. El BID y la JICA ya aprobaron los primeros préstamos de co-financiamiento dentro del marco del CORE para el financiamiento de programas de energía renovable y uso eficiente de la energía en Nicaragua. Con recursos del CORE, están en marcha otros proyectos de energía renovable y eficiencia energética en varios países, por ejemplo un desarrollo geotérmico en Costa Rica.
Esta modificación ampliará el alcance del programa CORE en América Central y en el Caribe. Además de los países miembros del BID que ya son elegibles para recibir financiamiento de la JICA (Belice, la República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica y Nicaragua), la JICA y el BID acordaron ahora en expandir el CORE para incluir a los miembros del BID Costa Rica, Panamá, y Surinam así como al Banco de Desarrollo del Caribe y a Dominica, Grenada, St. Lucia y San Vicente y las Granadinas, naciones del Caribe Oriental.
Dentro del marco del acuerdo, el BID y la JICA crearon dos mecanismos distintos de co-financiamiento, a saber: co-financiamiento conjunto, conforme al cual el BID igualará el financiamiento de la JICA para cada proyecto y el co-financiamiento paralelo, por el cual cada organización financiará, por separado, componentes específicos de un proyecto elegible.
El procesamiento, aprobación y ejecución de todos los proyectos se regirán a las políticas y procedimientos del BID para los préstamos con garantía soberana en los casos de co-financiamiento.
En 1976, Japón se convirtió en el primer miembro asiático del BID y ha aportado más de US$5.000 millones a los recursos financieros del Banco y, más recientemente, US$3.500 millones adicionales al aumento del capital del BID.