La previsión financiera ante eventuales desastres es una preocupación creciente en América Latina y el Caribe. El año pasado la región fue testigo de devastadores terremotos en Chile y Haití y una activa temporada de huracanes que afectó a Centroamérica y México. Además, los fenómenos meteorológicos relacionados con La Niña han provocado graves inundaciones en Venezuela, Colombia y Brasil, entre otros.
Los desastres naturales pueden desequilibrar las cuentas fiscales de cualquier país y socavar la capacidad de los gobiernos para responder a emergencias y tomar medidas para reparar o mitigar los impactos sociales y económicos de tales catástrofes.
A pedido de los gobiernos de varios países miembros, el BID ha desarrollado un enfoque integrado de gestión de riesgos financieros ante desastres naturales, que tiene como objetivo ayudar a los países a estar mejor preparados para enfrentar las emergencias causadas por eventos catastróficos.
El BID desarrolla programas específicos para ayudar gobiernos a mejor gestionar estos riesgos financieros a través de la utilización de instrumentos y mecanismos de financiamiento innovadores, como la Facilidad de Crédito Contingente y Facilidades de Seguro contra Desastres Naturales.
En la actualidad, el BID está trabajando con 13 países miembros para ayudarles a mejorar sus capacidades y eficiencias en la gestión de riesgos financieros ante desastres. A través de las facilidades mencionadas, el Banco espera aportar más de US$500 millones en financiamiento durante 2011 para ayudar a la región a sufragar gastos extraordinarios por emergencias causadas por desastres naturales de gran magnitud o catastróficos.
El BID ya ha aprobado un préstamo de US$100 millones a la República Dominicana en virtud de su línea de crédito contingente. Durante este año, se espera que el BID apruebe préstamos similares para Perú, Ecuador, Costa Rica, Panamá y Honduras, sumando un total de US$500 millones. Además, el BID espera conceder un préstamo de US$24 millones para estructurar y lanzar una facilidad para emergencias causadas por desastres naturales de magnitud catastrófica para la República Dominicana. Esta facilidad de seguro planea ofrecer al gobierno una cobertura de cinco años con valor de US$100 millones para terremotos y huracanes de magnitud catastrófica.
Los recursos de los préstamos contingentes se desembolsan rápidamente después que el BID verifica que se ha producido un desastre natural de intensidad grave o catastrófica en el territorio de cualquier país. Los préstamos cubren una serie de gastos extraordinarios, incluyendo equipos de emergencia médica, vacunas y medicamentos, instalaciones y equipos para refugios temporales, alimentos para personas desplazadas, el trabajo del personal de emergencia para ayudar a las víctimas, y el arrendamiento a corto plazo de equipos e instalaciones de energía, transporte y comunicaciones.