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Cofinanciamiento

BID incrementa esfuerzos por incluir nuevos socios y sector privado

El cofinanciamiento de proyectos del BID se incrementó a 1.320 millones de dólares en 2003 y representa un aumento de un tercio frente a los 991 millones de dólares obtenidos en 2002. Esta cifra equivale a alrededor del 20 por ciento de la totalidad del programa de financiamiento del BID de 6.800 millones de dólares para el año. Ocho organismos bilaterales contribuyeron 253 millones de dólares y ocho organizaciones multilaterales aportaron 1.070 millones de dólares.

La División de Cofinanciamiento promovió alianzas estratégicas entre el BID y las instituciones donantes, poniendo de relieve las ventajas que representan para los prestatarios las alianzas del Banco con donantes y países beneficiarios. Varias reuniones de coordinación –12 de las cuales se realizaron en la sede del Banco y otras en Asia del Este, América Latina y Europa-- reforzaron las relaciones de trabajo del BID con socios bilaterales y multilaterales. En todas esas reuniones se analizaron el mejoramiento de la ejecución de proyectos, los mecanismos institucionales, la equidad social y la eficacia del desarrollo.

El Banco Mundial participó en cinco proyectos del BID por un total de 1.020 millones de dólares. Se aprobaron también 16 operaciones de cofinanciamiento no reembolsable administradas por el Banco por un total de 2,6 millones de dólares, que incluyeron cinco operaciones no reembolsables del sector privado para contribuir a financiar actividades tales como conferencias, seminarios y publicaciones relacionadas con microempresas, responsabilidad social de las empresas y alivio de la pobreza urbana.

Un taller conjunto del Banco Mundial y el BID contribuyó a establecer una nueva modalidad de cofinanciamiento que consiste en la formulación conjunta de proyectos, el uso de un solo organismo ejecutor, la adopción de un conjunto común de políticas sectoriales y soluciones pragmáticas para los conflictos en los requisitos relativos a las adquisiciones que surjan por diferencias entre el Banco Mundial y el BID en lo que atañe a los países que los integran.

La persistente escasez de fondos de contrapartida locales afectó durante el año el nivel general de préstamos y la celeridad de la ejecución de proyectos de desarrollo que pudieron implementarse. En un entorno de este tipo, el cofinanciamiento resulta particularmente importante como fuente de recursos. Las perspectivas del cofinanciamiento de proyectos se ven estimuladas por la política del BID de reconocer las donaciones de terceros y los préstamos concesionales como equivalentes de contribuciones de contrapartida.

Además, a fin de ayudar a los países miembros a administrar de forma transparente las contribuciones externas de contrapartida y para aliviar las limitaciones de contrapartida local, el BID creó un Fondo de Contrapartida Local para donantes. Durante su primer año este mecanismo mitigó las necesidades de fondos de contrapartida de uno de los países más pobres de la región y se prevé que en el futuro aumentará su importancia como canal eficaz para encauzar recursos bilaterales a fin de facilitar proyectos prioritarios.

Una misión especial realizada durante el año a países e instituciones europeos, examinó iniciativas de cofinanciamiento del sector privado, alianzas público-privadas y el restablecimiento de relaciones de cofinanciamiento con el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. Durante la misión, que se organizó en estrecha coordinación con la Oficina Especial del BID en Europa, se entablaron conversaciones con diversas instituciones donantes bilaterales sobre futuras estrategias, prioridades y políticas de desarrollo, así como iniciativas regionales en América Central y del Sur.

Como complemento de la estrategia enunciada en el memorando de entendimiento suscripto en 2002 por el BID y la Comisión Europea, se mantuvieron conversaciones en la sede de la Comisión para examinar las oportunidades de cooperación en los campos de la equidad social, la reducción de la pobreza, la integración regional, la consolidación de la democracia, la descentralización administrativa, estrategias nacionales y regionales y la superación de los obstáculos a la cooperación. También se entablaron conversaciones exploratorias sobre el tema de la cooperación con USAID, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Comisión Europea para América Latina y el Fondo Europeo de Inversiones.

En febrero de 2003, la Asamblea de Gobernadores del BID aprobó el Programa de Reactivación del Financiamiento del Comercio Internacional para el Sector Privado, de dos años de duración, para abordar la escasez de liquidez que afecta a la región. La primera operación bajo este nuevo mandato fue emprendida conjuntamente con la Corporación Financiera Internacional para Banco Bradesco S.A. de Brasil y atrajo la participación de 16 entidades comerciales.

El programa del Banco sobre garantías del sector privado continuó creciendo con la aprobación de dos operaciones, cada una de las cuales involucró el apoyo de un co-garante. El BID, juntamente con la Nederlandse Financierings-Maatschapij voor Ontwikkelingslanden N.V. de los Países Bajos, proveyó una garantía parcial de crédito de US$20 millones para respaldar una emisión de bonos por 50 millones de dólares de Graña y Montero, una empresa constructora peruana. Juntamente con Ambac Assurance Corporation el BID otorgó también una garantía total para una emisión de bonos en moneda local y colocada en el mercado local chileno para el proyecto de peaje de Costanera Norte cuyo costo total es de 421 millones de dólares.

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