Brasil, a través del Programa de Emergencia de Acceso a Crédito – el FGI-PEAC, apoyará a las pequeñas y medianas empresas (PyME) frente a la crisis generada por el COVID-19 como sostén del empleo con un préstamo de US$200 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El programa facilitará el acceso de las PyME al crédito por medio de la concesión de garantías y así contribuir a que las firmas puedan superar problemas temporales de liquidez, dar continuidad a sus operaciones y fortalecer su sostenibilidad financiera.

Las PyME son importantes para la economía brasileña, agrupando el 40,3 por ciento de los puestos de trabajo y el 34 por ciento de los salarios, de acuerdo con datos de la Relação Anual de Informações Sociais. Sin embargo, enfrentan significativos obstáculos para su crecimiento que inhiben su desarrollo, particularmente en su acceso a financiamiento.

En este contexto, un mecanismo de garantía permitirá mitigar el riesgo asociado a las PyME a fin de movilizar al sector privado para que los agentes financieros contribuyan directamente a la estabilización y recuperación del sector productivo.

Los beneficiarios directos de la operación serán aproximadamente 1.250 PyME afectadas por la crisis del COVID-19, contando con un apoyo multisectorial, ofreciendo créditos sujetos a demanda y comprobando que las líneas crediticias provean amplia cobertura a los sectores más vulnerables, incluyendo el agroalimentario, maquinaria y equipos, comercio minorista, transporte de pasajeros y carga, turismo y energía.

Este programa proveerá tres beneficios claves: un flujo de caja de financiamiento para las PyME; un instrumento para que los agentes financieros mitiguen el riesgo de las PyME; y contribuir a que la economía se beneficie mediante la continuidad de esas empresas. Esto beneficiará la seguridad social al disminuir el impacto de cierre de firmas y pérdida de empleo, y, a su vez, creando las condiciones habilitadoras para facilitar una recuperación más acelerada de la economía.

El préstamo del BID de US$200 millones tiene un plazo de 25 años, un período de gracia de cinco años y medio y tasa de interés basada en LIBOR.