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Brasil atiende llamado de mayor innovación tecnológica

En su popular libro, El Mundo es Plano, Thomas Friedman destaca la importancia de aumentar la inversión en innovación tecnológica en los Estados Unidos y la necesidad de estimular el interés entre los estudiantes estadounidenses para que persigan carreras avanzadas en matemática y ciencia, de tal manera de poder contribuir a los avances tecnológicos necesarios, y así mantener la competitividad en el mundo globalizado actual.

Friedman no está solo en su renovado llamado para orientar esfuerzos a la innovación tecnológica, teniendo en cuenta que sentimientos parecidos están haciéndose sentir en varias partes del planeta. Brasil ha contestado a este llamado, especialmente en la última década, poniendo de relieve en la agenda de la política pública la importancia de apoyar la ciencia, tecnología e innovación (CTI).

Sin embargo, a pesar del progreso, Brasil todavía tiene un nivel de innovación bajo comparado con el de otros países.  Brasil produce aproximadamente el 1,7% del conocimiento internacional, versus el 8 ó 9% producido por el Reino Unido, por ejemplo. Esta situación se debe a varios factores interconectados: el alto costo y riesgo de invertir en innovación en Brasil, la falta de recursos humanos calificados y el hecho de haber entrado tarde en el ámbito de la ciencia y tecnología. 

Pasos hacia el progreso

Teniendo en cuenta dichas limitaciones, Brasil ha implementado cambios importantes en el marco legal y en el  financiamiento de CTI. Uno de ellos ha sido la creación de los Fondos Sectoriales de Ciencia y Tecnología en 1999, una herramienta para proveer financiamiento asegurado para CTI, usando recursos de algunos sectores productivos. Estos fondos han invertido hasta la fecha alrededor de 4 mil millones de reales (US$1.800 millones) en más de 4.000 proyectos.

La incorporación de nuevas leyes de fomento a la innovación, tanto para la convergencia de políticas tecnológicas e industriales como para lograr el fortalecimiento de los enlaces entre el sector industrial y las universidades en el afán de estimular la investigación y desarrollo, representa un cambio importante en el esfuerzo brasileño para hacer de la innovación una política prioritaria.

Una de las agencias a la vanguardia de dicho reenfoque en el campo de CTI en Brasil es la Financiadora de Estudos e Projeto (Financiera de Estudios y Proyectos), o FINEP, un organismo público, bajo el Ministerio de Ciencia y Tecnología brasileño, establecido en el 1967.

FINEP tiene un rol doble en su misión de promover y movilizar la innovación y la investigación científica y tecnológica en empresas, universidades, institutos tecnológicos, centros de investigación y otras instituciones privadas y públicas: provee donaciones a proyectos innovadores usando el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología y también sirve como banco, otorgando préstamos a empresas que invierten en innovación.  

Las propuestas seleccionadas pueden usar las donaciones de FINEP para cubrir todos los aspectos del proceso de desarrollo de CTI.  Y aunque tradicionalmente hayan sido otorgadas a organizaciones sin fines de lucro e instituciones de investigación, también las empresas privadas ya pueden obtener financiamiento. De las 3.700 solicitudes recibidas en las 26 convocatorias para propuestas en el 2005, un total de 1.021 obtuvieron financiamiento.

Fomento de enlaces entre la comunidad académica e industrial

Según Odilon Marcuzzo, el presidente de FINEP, un elemento clave de su estrategia para la inclusión de la innovación en la agenda de política publica brasileña es fomentar enlaces entre la comunidad académica e industrial. En la actualidad, aproximadamente un 80% de los estudiantes que se gradúan con maestrías y PhDs en ciencias siguen trabajando dentro del sistema universitario debido a la dificultad para encontrar trabajo en el sector industrial en Brasil.

Sin embargo, FINEP está tratando de cambiar esta tendencia a través del estimulo y financiamiento de proyectos de cooperación entre empresas privadas, publicas y las universidades. Con ello se busca que el conocimiento científico y tecnológico de dichas personas contribuya directamente a la innovación en el ámbito de negocios.

Por ejemplo, a través de FINEP, la empresa petrolera estatal brasileña, Petrobras, ha trabajado conjuntamente con las universidades federales de Rio de Janeiro y Bahia en proyectos de desarrollo de tecnología para la exploración de petróleo en aguas profundas. En el 2005, FINEP donó aproximadamente 50 millones de reales (US$20 millones) a proyectos de cooperación, cifra que planean triplicar en el 2006.

Destaca el hecho de que estos proyectos de cooperación exitosos, suelen llevarlos a cabo las universidades públicas. Aunque la mayoría de instituciones de educación superiores son privadas—con más de 1.600 versus 224 públicas—y cuentan con un 75% de los estudiantes de postgrado, su calidad en general no es igual a las universidades públicas. Sólo 86 de dichas instituciones privadas son clasificadas como universidades por el Ministerio de Educación, lo cual significa que tienen la capacidad de hacer investigación.  

Considerando la desigualdad en calidad entre instituciones publicas y privadas, resulta mucho más difícil para las privadas competir con las públicas en las convocatorias de FINEP, algo que FINEP espera cambiar, aumentando la inserción de escuelas privadas en el Sistema Nacional de Innovación con donaciones específicas y otros mecanismos.

Apoyo a empresarios y CTI para el desarrollo social

Aunando esfuerzos con el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID, FINEP lanzó el Proyecto Inovar en el 2000, un mecanismo financiero para apoyar a empresarios tecnológicos, a través de fondos de capital de riesgo. Desde entonces, el proyecto ha establecido 24 fondos, la mitad de los cuales con inversión del FOMIN. De igual manera ha creado el Programa Inovar de Dinero de Semilla (Inovar Semente) para estimular la generación de fondos para pequeños empresarios innovadores.

Además, Inovar ha establecido el primer sitio web de capital de riesgo en Brasil, una herramienta para ayudar a empresarios a conectarse, contribuyendo a la creación de un ambiente más abierto e informativo sobre capital de riesgo para los empresarios.

FINEP se enfoca en la promoción de inversiones en CTI para el desarrollo social y urbano, particularmente en áreas como salud, saneamiento, educación, tecnologías de vivienda, cooperativas populares y agricultura familiar.

El papel preponderante de CTI en la agenda de política publica, además de arraigar la base científico innovadora en Brasil, servirá para aumentar la competitividad del país en la economía global.

 

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