Guyana tendrá un préstamo de US$15 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar un programa de seguridad ciudadana que ayudará a las comunidades a resolver sus conflictos en forma no violenta, a mejorar la efectividad de la policía y la disponibilidad de información sobre delitos, y a proveer oportunidades para rehabilitar y reinsertar prisioneros en la sociedad.
Las tasas de homicidios de Guyana casi se han duplicado desde el año 2000, alcanzando el 20,7 cada 100,000 habitantes, en tanto que el país sufre de altas tasas de atracos y violencia familiar: el año pasado, una de cada seis mujeres denunciaron haber sufrido violencia física.
El proyecto se enfocará en las 20 comunidades con más altas tasas de homicidios, robos y violencia doméstica.
La operación financiará una serie de sondeos para cuantificar los cambios en los niveles de criminalidad y de percepción ciudadana sobre la seguridad. Estos incluirán una encuesta a nivel nacional que se espera arroje luz sobre la dimensión y causas de la violencia doméstica y la violencia contra las mujeres, como también un estudio sobre delito y violencia en las comunidades Amerindias.
Asimismo, el programa certificará a 8.400 personas en capacitación vocacional y conducirá 240 talleres de formación para miembros de la comunidad, incluyendo programas de mentores y de búsqueda de empleos.
El proyecto pondrá en marcha un modelo de policía comunitaria basado en evidencias que incluirá entrenamiento, mejoras tecnológicas, y estudios sobre delito y violencia para mejorar la disponibilidad de datos. Unos 3.400 agentes recibirán formación en participación comunitaria y otros 1.700 asistirán a cursos sobre técnicas forenses y de investigación.
Las medidas destinadas a mejorar la rehabilitación y reintegro de los prisioneros incluyen, entre otros elementos, un censo en cinco cárceles y el diseño de un nuevo sistema de manejo de casos.
La mitad del préstamo de US$15 millones proviene del Fondo de Operaciones Especiales del BID, con una tasa de interés del 0,25 por ciento y un plazo de amortización de 40 años. El resto se financia con fondos del capital ordinario del Banco, a tasa fija y a 30 años de plazo.