NUEVA ORLEANS -- El Banco Interamericano de Desarrollo propuso hoy un plan de acción para enfrentar el desafío de los desastres naturales en América Latina y el Caribe.
El presidente del BID, Enrique V. Iglesias, señaló que el Banco había adoptado a las medidas de prevención de desastres como parte integral de su estrategia en marzo de 1999, como consecuencia de las crecientes demandas de sus miembros para lidiar con las catastróficas consecuencias de fenómenos como las sequías e inundaciones generadas por El Niño, los huracanes Georges y Mitch y el terremoto en el eje cafetero de Colombia.
Cabe destacar que en los últimos cuatro años el BID ha aprobado préstamos por 1.500 millones de dólares para la atención y prevención de desastres.
"Con este plan de acción queremos dar un paso adelante", afirmó Iglesias, quien expuso la iniciativa al cierre del seminario "Cómo Enfrentar los Desastres Naturales: Una Cuestión de Desarrollo" iniciado el sábado como parte del ciclo de conferencias previas a la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco.
Además de la presentación del plan, preparado por el Departamento de Desarrollo Sostenible del BID con la participación de los departamentos regionales de operaciones, el seminario contó con la participación como expositores del presidente de Honduras, Carlos Roberto Flores; el primer ministro de Belice, Said Musa; el primer ministro de Barbados, Owen Arthur; y el secretario de Desarrollo Social de México, Carlos M. Jarque.
El plan de acción del BID propone incorporar la gestión de riesgos en las operaciones que financia el Banco. Esto implica incorporar conceptos de prevención y mitigación de desastres desde que se inicia el diálogo con los países prestatarios sobre los programas que respaldará. La reducción de vulnerabilidad constituirá un elemento de juicio, tal como lo son los impactos ambientales y sociales.
Con el fin de identificar lecciones y prácticas acertadas de sus experiencias, el Banco está llevando a cabo una revisión de su portafolio de operaciones, comenzando por el Departamento de Operaciones Regionales II, constituido por México, Centroamérica, Haití y la República Dominicana. El ejercicio se extenderá a las otras regiones donde actúa el BID.
Asimismo el Banco propiciará la formación de redes de información y alianzas estratégicas con otros organismos internacionales, instituciones científicas y técnicas y organizaciones no gubernamentales a fin de compartir las lecciones aprendidas, estimular acciones conjuntas y financiar proyectos que logren disminuir los riesgos y mejoren las respuestas ante los desastres naturales.
Uno de los mecanismos que analiza el BID estaría compuesto por dos instrumentos financieros. El primero permitiría al Banco, junto a donantes bilaterales, movilizar donaciones hacia los países más pobres a fin de evaluar los riesgos para las inversiones en sectores y zonas específicas, así como los marcos de política de prevención de desastres y la capacidad de respuesta ante emergencias.
El segundo mecanismo podría poner a disposición de cada país hasta unos 10 millones de dólares anuales en préstamos para financiar reformas a los sistemas de prevención de desastres naturales y la gestión de riesgos. Además del desarrollo institucional, esos financiamientos podrían respaldar fondos de reducción de riesgos, acuerdos de financiamiento contingente y esquemas de seguros contra desastres naturales.
El presidente hondureño, cuyo país fue devastado a fines de 1998 por el huracán Mitch, propuso un plan de acción para toda la región contra las amenazas naturales. "Prevenir antes que lamentar debe ser el lema que nos una", dijo Flores.
Por su parte, el primer ministro beliceño afirmó que un aspecto esencial de la prevención y la mitigación es contar con los mecanismos adecuados para lidiar con las crisis provocadas por los desastres naturales. Belice, con el apoyo del BID, está constituyendo su primera Oficina Nacional de Gestión de Emergencias. Musa también sugirió que la comunidad donante establezca centros regionales de atención a desastres porque la ayuda humanitaria internacional a veces llega demasiado tarde a los lugares azotados.
El primer ministro de Barbados destacó que el impacto de los desastres naturales se está volviendo más severo que las consecuencias de las crisis económicas provocadas por errores políticos o turbulencias en los mercados. Para Arthur, uno de los mecanismos más promisorios es el desarrollo de instrumentos financieros como los seguros contra desastres.
A su vez, el secretario de Desarrollo Social mexicano hizo una detallada descripción del complejo sistema de prevención de desastres y atención de emergencias que ha construido su país desde el trágico terremoto que arrasó a su capital en 1985. Entre otros mecanismos, el modelo mexicano incluye seguros de riesgo, programas de empleo temporario para rehabilitar caminos, redes de abasto de alimentos y combustible, subsidios para la autoconstrucción de viviendas y la preservación de servicios de educación y salud, y un detallado mapa de las zonas de riesgo.