El 8 de septiembre del 2006, el Banco Interamericano de Desarrollo sostuvo una primera reunión con organizaciones de la sociedad civil en Washington para dar inicio a una serie de consultas sobre el proyecto de gas natural licuado (GNL) en Perú. El Banco firmó una carta mandato en junio para poder comenzar su proceso de contingencias legales (due diligence) del proyecto.
Esta reunión da inicio a un proceso de consulta que incluirá conversaciones frecuentes con la sociedad civil. Un tema clave en la agenda de hoy fue una discusión sobre la Estrategia de Medio Ambiente y Social para el proyecto de GNL en Perú, publicada recientemente por el Banco (una copia en español estará disponible en breve).
El proyecto Perú LNG (el “Proyecto”) consiste en la construcción y operación de una planta de licuefacción de gas natural, una terminal marítima de carga y una extensión de 408 Km de un gasoducto de 34 pulgadas que conectará dicha planta con el gasoducto de la Transportadora de Gas del Perú (TGP). El gasoducto PLNG comenzará desde el final de la parte de la selva tropical de la TGP hasta la Planta.
El Proyecto transformará en GNL el gas natural comprado de los Bloques 56 y 58 en los yacimientos de gas de Camisea y lo venderá a Repsol Comercializadora de Gas S.A. (Repsol CG) para exportarlo muy probablemente a los mercados en México, pero posiblemente también a Chile y los Estados Unidos para su regasificación. El Proyecto tendrá un impacto positivo sobre la matriz energética en América Latina.
La carta mandato permite al Banco acceder a información confidencial y recursos financieros de los patrocinadores del proyecto para realizar la diligencia debida en los aspectos financieros, ambientales, sociales y legales. El Proyecto tendrá que cumplir con los rigurosos estándares del Banco en cada una de dichas áreas incluyendo sus nuevas Política de Medio Ambiente y Cumplimiento de Salvaguardias y Política sobre Pueblos Indígenas, para considerarse elegible para financiamiento.
Esta primera reunión de consulta contó con la participación de numerosas organizaciones no gubernamentales quienes formularon varias recomendaciones que el Banco tendrá en cuenta en los próximos meses. El Banco y las ONGs acordaron mantener un diálogo constante durante todo el proceso de contingencias legales (due diligence) del proyecto.