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Banco aprobó en 2011 récord de US$736 millones en préstamos para proyectos del sector privado en energía renovable y eficiencia energética
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está prestando más para proyectos del sector privado relacionados con energía renovable y eficiencia energética, ayudando a cerrar la brecha de financiamiento a largo plazo para inversiones “verdes” en América Latina y el Caribe.
Tan sólo en 2011 el BID aprobó US$736 millones en financiación dirigida a proyectos del sector privado que respetan el medio ambiente, en comparación con US$663 millones entre 2000 y 2010. Para 2012, el Banco espera aprobar más de US$700 millones en financiamiento sin garantía soberana para proyectos de energía renovable, especialmente eólica, solar e hidroeléctrica.
El aumento en el financiamiento para proyectos de esta naturaleza refleja una creciente demanda en sus 26 países miembros prestatarios y un cambio estratégico derivado del reciente aumento de capital del BID. Uno de los objetivos acordados para ese aumento es que 25 por ciento de la cartera de préstamos del Banco se vincule al cambio climático e iniciativas favorables al medio ambiente, incluida la energía renovable.
"América Latina y el Caribe se ha comprometido a reducir su huella de emisiones de gases de efecto invernadero", comentó Hans Schulz, gerente general del Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo (SCF, según sus siglas en inglés) del BID, responsable de las operaciones a gran escala con el sector privado.
"Varios países están comenzando a desarrollar su potencial para la energía eólica, geotérmica, solar y biomasa, muchas veces bajo el liderazgo del sector privado. El BID ofrece acceso a financiamiento a la medida de cada proyecto y en condiciones a largo plazo no siempre disponibles en los mercados de capital locales para este tipo de operaciones".
El impulso de la energía renovable en América Latina y el Caribe coincide con una fuerte presión para satisfacer esa demanda. Según la Agencia Internacional de Energía, se espera que la demanda de energía en esta región aumente en 50 por ciento para 2030 debido al incremento del transporte privado y a cambios en el uso de suelos. Para satisfacer ese incremento de la demanda se necesitarán inversiones estimadas en hasta US$1,5 billones. En la próxima década, la región requerirá un aumento de 26 por ciento de su capacidad instalada de generación de energía para satisfacer un crecimiento económico anual proyectado de hasta 6 por ciento.
Características principales
El financiamiento sin garantía soberana proporcionado en 2011 por el BID apoyó inversiones respetuosas del medio ambiente por un valor total de US$4.100 millones que se traducirán en una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de más de 3,5 millones de toneladas de dióxido de carbono por año. Entre los principales proyectos figuraron la segunda planta hidroeléctrica más grande del Perú, el mayor parque eólico de México, así como otros parques eólicos en Brasil y Uruguay.
El BID también apoya inversiones “verdes”, otorgando préstamos a instituciones financieras para apoyar a empresas sostenibles. Por ejemplo, el año pasado el Banco aprobó un préstamo de US$20 millones al Banco Atlántida de Honduras para apoyar su línea de negocios “verdes” y otros US$50 millones al Banco de Inversión Espírito Santo para apoyar proyectos de infraestructura y de energía renovable en toda la región.
Además del financiamiento que proporciona, el BID también ofrece donaciones de asistencia técnica, incluyendo evaluaciones a pequeña escala de eficiencia energética y de energía renovable, así como modelos financieros y diseño de proyectos. En 2011, estas evaluaciones dieron como resultado la instalación de la primera planta fotovoltaica para la industria frutícola en Chile, así como la construcción y operación de la primera planta fotovoltaica conectada a la red eléctrica nacional.
Además, la asistencia técnica del BID también ha apoyado la construcción de plantas de fabricación con tecnologías más limpias, mejoras en edificios comerciales y sistemas agrícolas de captura de metano en varios países de la región.
Por otro lado, se espera que aumenten las donaciones para ayudar a empresas a identificar oportunidades de ahorro de energía, luego de que el BID formara el año pasado una asociación con el Fondo Nórdico de Desarrollo para poner en marcha un programa de inversión de €1,5 millones para apoyar a empresas centroamericanas en la adopción de tecnologías limpias y para mejorar su eficiencia energética.
El programa, dirigido a empresas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, proporcionará donaciones para financiar auditorías de energía y estudios de factibilidad de energía limpia que ayudarán a las firmas a identificar oportunidades concretas de inversión para introducir mejoras respetuosas del medio ambiente.