PARIS – América Latina y el Caribe enfrentarán difíciles desafíos durante 1999 debido a la turbulencia financiera internacional pero podrán recuperar el crecimiento económico en el 2000 gracias a políticas monetarias y fiscales que persiguen la estabilidad macroeconómica, afirmó hoy el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias.
"Vamos a tener un año complicado...pero de continuar estos procesos, el 2000 comenzará a ser el punto de partida de la retomada del crecimiento. Los países han optado por pagar el precio pronto para poder salir cuanto antes de (la crisis)", afirmó Iglesias al cerrar la 40ma Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID.
Iglesias destacó la rápida reacción de los gobiernos para ajustar sus políticas monetarias y fiscales y defender la estabilidad macroeconómica con el fin de hacer frente a la volatilidad en los mercados internacionales, una respuesta que le trasmitió un claro mensaje al resto del mundo de que la región no quiere volver a la inflación que la caracterizó en el pasado.
"Esta nueva América Latina continúa fiel a los procesos de reforma, a los procesos de apertura, a sus procesos de revisión institucional para modernizarse y ser un activo socio en la comunidad internacional", agregó.
Iglesias también destacó como una de las conclusiones de la reunión de delegados de los 46 países miembros del Banco que la región debe redoblar sus esfuerzos por integrarse.
"Si queremos navegar en un mundo globalizado, una América Latina integrada será una región con mayores defensas para el futuro", señaló.
TURBULENCIA
El impacto de la turbulencia financiera global fue uno de los principales temas del encuentro del BID, para el cual se registraron más de 5.000 personas y en cuyas sesiones y seminarios participaron las máximas autoridades económicas de la región y representantes de alto nivel de los países miembros no prestatarios del Banco.
Tanto Gobernadores del Banco como el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus, quien participó en varios eventos de la reunión, encomiaron el papel desempeñado por el BID durante el último año para ayudar a sus países prestatarios a capear la tormenta financiera.
Con ese fin, el Banco creó el año pasado una nueva línea de créditos de emergencia de 9.000 millones de dólares. Argentina, Brasil y Colombia ya han obtenido financiamiento de esa línea para apuntalar sus procesos de reforma y sus redes de protección social.
En ese sentido, Iglesias reafirmó ante la Asamblea de Gobernadores que esos préstamos están disponibles para todos los países de la región y no solamente para los más grandes, y subrayó que tienen objetivos muy precisos.
"La puerta de entrada de esos recursos es a través de los programas sociales", dijo. "Nuestra función es el desarrollo económico y social. Pero si podemos ayudar en una emergencia para amortiguar el impacto social de las crisis, creo que eso es también parte de nuestra tarea", aseveró.
Por su parte, en su calidad de nuevo presidente de la Asamblea de Gobernadores, el ministro de Hacienda de Francia, Dominique Strauss-Kahn, dijo que las ideas discutidas en París para enfrentar la volatilidad abonarán futuros diálogos sobre la llamada arquitectura financiera internacional.
Asimismo, Strauss-Kahn respaldó una propuesta de celebrar una reunión especial de Gobernadores del BID, al margen de la asamblea de otoño de las instituciones de Bretton Woods, para analizar los temas económicos específicos de América Latina y el Caribe.
DESASTRES NATURALES
Durante 1998 y en lo que corre de 1999 el Banco también ha colaborado con los países latinoamericanos y caribeños para recuperarse de desastres naturales como los provocados por los huracanes Georges y Mitch, el fenómeno conocido como El Niño y el terremoto en la región cafetalera de Colombia, dedicando más de 1.000 millones de dólares en financiamiento para respaldar esos esfuerzos.
En ese sentido, Iglesias invitó a los países miembros a seguir acompañado al Grupo Consultivo para la Reconstrucción y Transformación de América Central, que volverá a reunirse en Estocolmo del 25 al 28 de mayo para definir su apoyo a los planes nacionales que están preparando Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, las naciones más castigadas por el Mitch.
Un gesto que mereció especial reconocimiento durante la reunión fue la solidaridad demostrada por los gobiernos de los países latinoamericanos más grandes, que cedieron el equivalente a 2.400 millones de dólares en recursos propios para apoyar al Fondo de Operaciones Especiales del BID, fuente de préstamos concesionales para los países menos desarrollados de la región.
En particular, ese aporte eventualmente podría dar paso a aliviar la carga de la deuda externa de países pobres que enfrentan agudos problemas de balanza de pagos como Nicaragua y Honduras.
Durante la reunión los Gobernadores también señalaron el camino que queda por recorrer en materia de reformas a muchos países de la región, especialmente en materia de flexibilidad de los mercados laborales, fortalecimiento de los sistemas financieros, reformas de servicios sociales como educación, salud y previsión y medidas para mejorar la gobernabilidad y garantizar la transparencia.
Estos procesos, conocidos como reformas de "segunda generación", suelen ser más complejos que las reformas para conseguir la estabilidad macroeconómica, señaló Iglesias, puesto que tocan valores, tradiciones e instituciones de las sociedades de la región.
SEMINARIOS
Una vez más, los seminarios organizados con motivo de la reunión anual confirmaron el papel de estos encuentros del BID como el principal foro para la discusión de los temas económicos y sociales de mayor actualidad para América Latina y el Caribe.
Iglesias destacó los coloquios sobre la desigualdad en América Latina y las propuestas para incrementar la inversión social en programas para la infancia como una estrategia para romper el ciclo de la pobreza, donde se discutieron medidas concretas para tratar con la deuda social de la región.
Un seminario sobre las nuevas iniciativas contra la turbulencia financiera encendió una polémica acerca de las ventajas y las desventajas de la dolarización en comparación con los regímenes cambiarios flexibles y fijos. Iglesias observó que si bien el BID no pretende dictar recetas, sí espera contribuir a un rico debate académico.
Otros seminarios sobre las pequeñas y medianas empresas, la descentralización, los vínculos entre el desarrollo y la cultura y el impacto internacional del euro pusieron de relieve los fuertes lazos que existen entre América Latina y Europa, un continente con una vastísima experiencia en todos esos temas.
Asimismo se celebraron otras presentaciones sobre sectores como la energía, los seguros y los fondos de pensiones, así como presentaciones individuales por parte de varios países que atrajeron a un gran número de banqueros, economistas, analistas y periodistas.
CII
Conjuntamente con la reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco se celebró la 14ta reunión anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones, entidad afiliada al BID que promueve el desarrollo de la pequeña y mediana empresa en la región. Durante su reunión, los Gobernadores de la CII aprobaron un aumento de capital de 500 millones de dólares, que elevará el total de su capital a 700 millones de dólares.
La próxima reunión anual de las Asambleas de Gobernadores del BID y la CII se celebrará en marzo del 2000 en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.