El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó hoy un préstamo a Brasil de 93 millones de dólares destinado a apoyar la primera fase de un programa para la modernización de la administración pública y el planeamiento en los estados y el distrito federal.
El Ministerio de Planeamiento, Presupuesto y Gestión* estará a cargo del programa que mejorará la efectividad y la transparencia y buscará un uso más eficiente del gasto público.
Los recursos permitirán fortalecer el planeamiento de la política pública y la capacidad de gestión, mejorar el manejo de los recursos humanos y modernizar las estructuras organizacionales y los procesos administrativos.
Una mayor transparencia administrativa y mecanismos de comunicación social, así como una gestión más moderna de la información y la integración de sistemas de tecnología de la información ayudarán a promover e implementar una cultura de cambio institucional. El programa promoverá también la cooperación entre los estados y el gobierno federal para armonizar y compartir soluciones.
“La constitución de Brasil de 1988 otorgó mayor autonomía fiscal a los gobiernos subnacionales al descentralizar la recaudación de impuestos y distribuir las jurisdicciones funcionales entre los niveles federal, estadual y municipal. En la práctica los tres niveles de gobierno participan en diversos sectores al mismo tiempo”, afirmó la líder del equipo del BID, Fátima Cartaxo. “Los gobiernos estaduales deben encarar el desafío de corto plazo de promover las reformas administrativas para mejorar su desempeño y lograr un mejor uso de los recursos disponibles. Este programa los ayudará a alcanzar esa meta”.
El préstamo coincide con la estrategia acordada por el BID con las autoridades brasileñas en el contexto del Plan Económico 2004-2007 del país para mejorar la eficiencia, efectividad, calidad y supervisión del gasto público. El plan contempla la implementación de una nueva forma de administración pública basada en la ética, transparente, participativa, descentralizada y focalizada en el ciudadano.
Debido a la amplia diversidad en cuanto a capacidad de gestión de los diferentes estados brasileños, el programa será estructurado en dos fases con una duración total de 10 años. La primera fase se concentrará principalmente en el fortalecimiento de las capacidades de los departamentos de planificación y administración, buscando soluciones comunes pero respetando las necesidades específicas de los estados.
El préstamo del BID se otorga a 20 años, con un período de gracia de cinco años y una tasa de interés variable. Los fondos locales de contrapartida totalizan 62 millones de dólares.