El programa busca mejorar la eficiencia, calidad e inclusividad del sector educativo.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó el otorgamiento de US$15 millones no reembolsables con el propósito de aumentar los niveles de aprendizaje y habilidades de estudiantes, nacionales y extranjeros, en el sistema de educación pública de Panamá. El proyecto estima beneficiar directamente a más 25 mil estudiantes e indirectamente a más de 200 mil estudiantes registrados en escuelas en todo el país. La iniciativa se propone romper las barreras específicas de acceso, aprendizaje e integración que enfrentan las niñas, niños y adolescentes migrantes, refugiados y de comunidades de acogida.

La operación apoya la construcción de un sistema educativo más inclusivo e intercultural a través de la formación y acompañamiento docente, la dotación de recursos educativos, la evaluación diagnóstico-formativa y la participación de comunitaria, apalancando el uso de las tecnologías de información para la transformación digital. Asimismo, se busca promover la convivencia y desarrollo de competencias ciudadanas y socioemocionales tanto de menores migrantes y refugiados, como de estudiantes de comunidades receptoras a través de apoyo pedagógico integral y continuo y el equipamiento y mantenimiento de infraestructura escolar.

El programa también prevé la recolección de datos sobre clima escolar y competencias socioemocionales, para determinar el estado actual del bienestar de la comunidad estudiantil e identificar riesgos y necesidades para mejorar ambientes de aprendizaje y convivencia escolar.  

Panamá es uno de los países elegibles para acceder a los recursos de la Facilidad No Reembolsable para Apoyar a Países que Reciben Flujos Migratorios Intrarregionales Repentinos y de Gran Magnitud de US$100 millones que el BID constituyó con recursos propios.

Entre 2017 y 2019 Panamá ha recibido a más de 75.000 migrantes y refugiados de América Latina y el Caribe, lo que equivale al 1,8% de su población. Actualmente, casi el 6% de la población en Panamá es extranjera, proveniente principalmente de Venezuela, Colombia, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Cuba y Haití. La mitad de los migrantes son venezolanos y se estima que el 9% de ellos son niños, niñas y adolescentes.

Los principales beneficiarios del proyecto serán estudiantes migrantes, refugiados y de comunidades receptoras de escuelas oficiales de primaria y premedia de Panamá. También se brindarán herramientas y apoyo pedagógico integral para docentes, directores y funcionarios del MEDUCA. Asimismo, se beneficiarán los habitantes de comunidades receptoras que no tienen acceso a educación formal, pero que pueden acceder a servicios en centros comunitarios y refugios.

Impulsar el progreso social de poblaciones vulnerables es una de las rutas que el Grupo BID ha identificado en su Visión 2025 para que la región logre una recuperación inclusiva y sostenible. Este esfuerzo está de igual forma alineado con la Estrategia de País 2021-2024 del BID en Panamá, a través de la cual se busca contribuir a la recuperación económica post-COVID-19, siendo la provisión de servicios básicos un área prioritaria.