El Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de una donación de 1 millón de dólares destinada a ayudar a seis países de Sudamérica a combatir la desertificación, proceso de deterioro de las tierras áridas que afecta al 25 por ciento de América Latina y el Caribe.
Los recursos del Fondo Especial Japonés serán aplicados a mejorar la capacidad institucional de los países para combatir problemas socioeconómicos y ambientales causados por la desertificación. Se desarrollarán y aplicarán indicadores uniformes para analizar el proceso de deterioro de tierras, y se analizarán las causas de desertificación y los métodos para su reducción.
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y Perú -países que tienen grandes extensiones de tierras áridas propensas a la desertificación - participarán en el programa, que será administrado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)* en Brasil.
“Este proyecto es la primera vez que se pone en práctica y prueba en los países los indicadores de desertificación bajo el mandato de la Conferencia de las Partes, que representa a los 178 países que han firmado la Convención para la Lucha contra la Desertificación”, comentó Carlos López Ocaña, jefe del equipo de proyecto del BID. “Dos sitios piloto serán seleccionados en cada país que participa. Los indicadores de aquellos sitios nos darán un sistema de advertencia sobre el avance de la desertificación y permitirán a los países desarrollar políticas para combatir este proceso”.
El deterioro de tierras áridas afecta a aproximadamente 100 millones de personas en la región, la mayoría pobres. La causa principal de desertificación es el mal uso de la tierra. Como ejemplos se puede citar el pastoreo excesivo, la tala de árboles para leña, el agotamiento de la tierra por cultivos, la salinización y anegamiento, y las obras públicas mal planificadas.
Todos los países miembros del BID han firmado la Convención para la Lucha contra la Desertificación. El Banco ha financiado asistencia técnica mediante donaciones a varios países de la región para ayudarlos a desarrollar planes de acción nacional para combatir la desertificación y la sequía.