El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una línea de crédito contingente de hasta US$100 millones para el Banco Central de Reserva de El Salvador, a fin de proteger al país frente a posibles conmociones externas mediante un mecanismo de financiamiento de la sostenibilidad del desarrollo.
Los recursos mitigarán los potenciales efectos de las conmociones macroeconómicas y financieras externas en los grupos de población vulnerables, que pueden resultar perjudicados por contracciones temporales de la liquidez en el sistema financiero determinantes de una reducción del crédito.
La Línea de Crédito para Sostenibilidad del Desarrollo (DSL) puso US$6.000 millones a disposición de los 26 países miembros prestatarios del BID durante el período 2012-2014, con un máximo de US$2.000 millones por año y traspaso de los recursos no usados durante un ejercicio, al siguiente. La línea de crédito tiene por objeto ayudar a los países a proteger a sus ciudadanos más pobres frente a las fluctuaciones bruscas los precios de los productos básicos, las crisis mundiales de liquidez y otros factores externos.
Los efectos de una conmoción externa que influya en el suministro y demanda de crédito y una escasez de liquidez, pueden incrementar el costo del crédito. Se prevé que el proyecto modere el promedio de cambio diario de las tasas de interés para el financiamiento a corto plazo en torno a los cien puntos básicos y reduzca los excesos de reservas, a fin de liberar fondos que puedan usarse para el otorgamiento de crédito.
El proyecto incluye los mecanismos de activación de la DSL, como el índice EMBI para los bonos de los mercados emergentes y los niveles de depósitos.
Con el financiamiento del BID, el Banco Central de El Salvador dispondrá de un nuevo instrumento para obtener y acumular reservas que pueda usarse a fin de distribuir liquidez entre instituciones que carecen de ella pero son solventes, suplementando la liquidez en forma temporaria.
El préstamo del BID, ejecutado por el Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) tiene un plazo de reembolso de seis años, con un período de gracia de tres años y tasa de interés con base en la LIBOR.