El Banco Interamericano de Desarrollo apoyará con un préstamo de 51.323.000 dólares la primera fase de un ambicioso programa de competitividad en Panamá, que en años recientes ha firmado acuerdos comerciales con varios países para ampliar su acceso a mercados internacionales.
Para aprovechar las oportunidades que generan estos pactos, Panamá necesita aumentar la competitividad de su sector productivo y la eficiencia de las instituciones del sector público que pueden brindar mayor impulso a las exportaciones.
Bajo el programa de competitividad se fortalecerá la capacidad de negociación y administración de acuerdos comerciales y la capacidad técnica del sector público para promover las exportaciones y poner en marcha planes para atraer inversiones extranjeras.
Asimismo se desarrollará un sistema electrónico de servicios, información y estadísticas de comercio exterior, simplificando los trámites para empresas exportadoras y para inversionistas.
Con el objetivo de aprovechar las ventajas comparativas de Panamá para la exportación de frutas y otros productos agropecuarios se fortalecerán los servicios sanitarios del sector público y se estimulará la innovación tecnológica.
Para ampliar el acceso al financiamiento para empresas panameñas, especialmente las exportadoras y sus proveedores, el programa apoyará la creación de un fideicomiso de garantías y líneas de crédito a mediano y largo plazo.
El fideicomiso dispondrá de 10 millones de dólares para respaldar con garantías hasta 80% de los préstamos otorgados por instituciones financieras. Al mismo tiempo, se abrirán dos líneas de crédito, una para grandes y medianas empresas y otra destinada específicamente a pequeñas y microempresas.
El programa también apoyará servicios de fomento a las exportaciones como la identificación de nuevos mercados y oportunidades, preparación de planes de negocio, estrategias de mercadeo, modernización de tecnologías, desarrollo de alianzas y asesoría técnica especializada. Estos servicios estarán disponibles para empresas de todos los tamaños bajo una modalidad de fondos compartidos intermediados por empresas del sector privado.
Con una donación del Fondo Japonés se financiarán estudios y actividades para alentar el desarrollo empresarial en las comarcas indígenas, facilitando su participación en negocios de exportación pero cuidando que estos procesos no degraden su identidad cultural, sus recursos naturales o sus estructuras autónomas.
“Este componente facilitará la incorporación de las empresas de estas comunidades en los mercados locales e internacionales bajo las condiciones que ellas mismas determinen y con sus propias organizaciones”, comentó el jefe del equipo de proyecto del BID, Martin Chrisney.
El nuevo préstamo fue otorgado a un plazo de 20 años, con un período de gracia de cuatro años y una tasa de interés variable. El gobierno de Panamá tiene previsto invertir 37.136.000 dólares en la primera fase del programa, mientras que el sector privado aportaría 7.614.000 dólares. Para una segunda etapa el BID podría considerar un préstamo de 20 millones de dólares.