Bahamas darán impulso al crecimiento resiliente e inclusivo para promover la continuidad y competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) y la resiliencia ambiental de su Economia Azul con un préstamo de US$140 millones aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Esta es la segunda operación bajo la modalidad de Préstamo Programático en Apoyo de Reformas de Política. La primera fue aprobada en agosto de 2020.

El programa es consistente con el mandato y visión del Comité para la Recuperación Económica de Bahamas de promover una economía resiliente, dinámica, inclusiva y sostenible y de impulsar el crecimiento motorizado por el sector privado dentro de un más sólido y amplio marco ambiental.

En virtud de ello, el gobierno está priorizando las reformas orientadas a promover la competitividad y la mejora del clima de negocios dentro de un marco de sustentabilidad y resiliencia ambiental. Esto incluye una estrategia de mediano plazo que apunta a dar mayor impulso al clima de negocios y a generar la diversificación económica alineada con las recomendaciones del informe del Comité de Recuperación Económica (ERC, por sus siglas en inglés).

El ERC – que comprende a actores privados y organismos públicos – hizo frente a los desafíos presentados por la pandemia de COVID-19 y formuló recomendaciones para impulsar la recuperación económica, incluyendo medidas para mejorar el clima de negocios y la diversificación de la economía.

El Plan Nacional de Desarrollo de las Bahamas: Visión 2040, pone a la diversificación económica como meta prioritaria para el crecimiento resiliente, incluyendo el desarrollo sostenible de nuevos sectores (entre ellos la Economía Azul), mayores oportunidades de empleo para los jóvenes en puestos vinculados a ese sector de la economía, y un mayor grado de protección de los ecosistemas costeros y marinos. La Economía Azul se define como la promoción simultánea del crecimiento económico, la sustentabilidad ambiental, y el fortalecimiento de los ecosistemas marinos mediante la maximización del valor de los recursos oceánicos.

Esta operación guarda continuidad con la ambiciosa serie de reformas incluidas en la primera operación e impulsa su implementación con apoyo técnico del BID. Asimismo, dará impulso a las políticas destinadas a mejorar el clima de negocios para todos los actores privados y las Mipymes, con el foco puesto en la recuperación post-COVID; también promoverá una mayor modernización del marco institucional y legal para alcanzar un mejor grado de resiliencia económica.

El préstamo del BID por US$140 millones es por un término de 20 años, con un período de gracia de cinco años y medio y una tasa de interés basada en LIBOR.